(Continuación) Una cuestión que para los intereses de nuestra historia comienza con un viejo conocido que, por sus contribuciones en el campo de la química está considerado como ‘padre de la química del jabón’.
Me refiero al
químico francés Michel Eugéne
Chevreul (1786-1889) pero que ahora viene por sus aportaciones
a la teoría de los colores, en concreto su ley empírica del contraste
simultáneo de los colores, una característica de la percepción humana del
color establecida en 1839 que influyó en la técnica de los pintores postimpresionistas
y neoimpresionistas.
Chevreul y el contraste simultáneo
Unas aportaciones que tienen su propia intrahistoria pues resulta que como
director que era también de los trabajos de tintura en la Fábrica Real de Tapices, en Gobelins, un día recibió una queja de los tejedores de la fábrica.
Afirmaban que unas muestras de hilo negro solas tenían un tono diferente o al menos se veían diferentes a cuando se veían junto con otros colores en un tapiz y era así, una chocante ilusión óptica que despertó su curiosidad e interés por encontrarle una explicación.
Investigando descubrió que la causa no era el color en sí mismo sino la
percepción del mismo cuando se veía junto a otros, y es a partir de ahí cuando
nacieron sus primeras reglas generales acerca de los efectos psicológicos del
uso del color.
Su teoría del
contraste simultáneo apareció en Los Principios de Armonía y Contraste de
Colores y su Aplicación a las Artes publicado en 1839 donde también nos
muestra una rueda de colores de matices primarios e intermedios, un primer paso para la estandarización
del color.
Otras influencias científicas impresionistas
Unos estudios en los que no estuvo solo pues el también artista francés Charles Blanc (1813-1882) investigó al respecto (color, contraste, efectos ópticos y percepción), adaptando de forma accesible para el común de la gente como lo hizo Chevreul, diferentes investigaciones científicas ya existentes.
Como las del alemán Hermann von Helmholtz (1821-1894) de las que ya
hemos escrito algo, o las de su compatriota Johann Wolfgang von Goethe
(1749-1832) y su obra Teoría de los colores publicada en 1810, que no
tardará mucho en aparecer por estos lares.
Sin
olvidarnos por supuesto del genial inglés Isaac Newton (1643-1727) y su Opticks,
or a Treatise of the Reflections, Refractions, Inflections and Colours of Light
de 1704. Todas estas adaptaciones tuvieron una gran
influencia sobre los pintores impresionista y continuadores, entre los que no
le he comentado nada ni de Georges Seurat ni de Paul Signac. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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