domingo, 29 de septiembre de 2024

¿Cómo sabemos de qué están hechas las estrellas?: Wollaston y Melvill

(Continuación) Para ello Herschel repitió el experimento de Newton pero colocando termómetros en los distintos colores y zonas del espectro, descubriendo para su sorpresa que se registraba más temperatura, se sentía más calor, más allá de la zona rojo donde, al menos visiblemente no llegaba luz.

Llamó entonces a esta luz invisible “rayos calóricos”, una expresión que por cierto arraigó y de hecho fue inmortalizada por el escritor y novelista británico Herbert George Wells (1866-1946) en su novela La guerra de los mundos de 1898.

Ni que decirle tengo que el descubrimiento de Herschel, que hoy conocemos como radiación infrarroja fue tan solo la primera de una serie pues tras ella llegaron las microondas, las ondas de radio, los ultravioletas, los rayos X y la radiación gamma.

Nuestro primario y septenario arco iris de colores crecía y crecía conformando así lo que hoy conocemos como el espectro electromagnético.

Prontuario astrofísico: Wollaston

Y tan solo un par de años después del experimento de Herschel, en 1802, otro inglés observaba que en dicha aparición continua y colorida de la luz solar había algo más, una especie de rayas negras intercaladas de distinto grosor.

En concreto fue el físico y químico William Wollaston (1776-1828), quien apreció en el colorido espectro de la luz blanca estas enigmáticas líneas negras de la que se apresuró a informar a la Royal Society, aunque en honor a la verdad hay que decir que no despertó mucho interés.

No a pesar de la importancia que tuvieron, estas cosas pasan, lo que no impidió que él encontrara hasta siete líneas negras espectrales en la luz solar; por poner en contexto doy un pequeño salto atrás en el tiempo, de aproximadamente medio siglo.

Prontuario astrofísico: Melvill

Cuando el filósofo natural escocés Thomas Melvill (1726-1753), muy activo por cierto en los campos de la espectroscopia y la astronomía, dio una conferencia titulada Observaciones sobre la luz y los colores en 1752 ante la Sociedad Médica de Edimburgo, en la que describió lo que se considera como la primera prueba de la llama.​

Resultaba que al quemar diferentes sales sus espectros no eran un continuo de colores con bandas negras intercaladas como el de la luz solar, sino una serie de bandas brillantes específicas de colores sobre fondo negro. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas. 

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