miércoles, 17 de abril de 2024

Eclipse solar total. Astronomía, Física y Meteorología

(Continuación) Magnífico, ni un solo año sin eclipse en este lustro, otra cuestión es ver quien estará aquí para entonces. Pero a lo que vamos, eche las cuentas y verá que tardan en producirse, un poco menos de lo que, por ahora, dura una vida humana, así que no desaproveche ninguna ocasión.

Eclipse solar total. Ciencias

Desde el punto de vista científico, puede ampliar información en el blog, pero si no desea hacerlo ahora, le recuerdo que este tipo sucede cuando la Luna se coloca entre el Sol y la Tierra con los tres cuerpos celestes alineados, quedando cubierto completamente el disco solar, o sea, el 100%.

Es cuando únicamente podemos observar su corona o atmósfera solar, invisible en otros momentos cuando su luz nos deslumbra, con nuestros propios ojos, es un decir, por lo que resulta de lo más interesante para la comunidad científica y curioso para el resto de humanos.

Este eclipse, al igual que otros, aportará nueva información sobre nuestra estrella y su estructura como objeto celeste, lo que nos ayudará a comprender mejor cómo evoluciona y cambia, lo que sin duda resulta ser fundamental.

No solo para así aprehender la composición y estructura de otras estrellas más lejanas, sino también para poder realizar predicciones de la variabilidad del Sol, a fin de proteger de sus radiaciones tanto a seres humanos como a la tecnología que porten en la exploración espacial.

Otras aplicaciones físico-astronómicas

Un eclipse es una oportunidad única para estudiar diferentes efectos o confirmar hipótesis y teorías astronómicas y físicas; en este sentido permítame un guiño al “eclipse relativista” del que en pocas semanas se cumplirá su centésimo quinto (105.º) aniversario.

Entre otros efectos observables y medibles, aparte de la posibilidad de ver y analizar la corona solar, le recuerdo que nos permite: a) determinar lo rápido que se mueve la Luna; b) observar a otras estrellas y hasta planetas, gracias a la oscuridad que genera; c) experimentar en primera persona cómo, obviamente, baja la temperatura ambiental mientras dura el fenómeno.

Y cómo no d) comprobar algo “mágico”, la Luna puede tapar al Sol a pesar de que es mucho más pequeña; perdone, pero no me puedo resistir a adelantar una justificación: el Sol es 400 veces más grande que la Luna, pero también está 400 veces más lejos de la Tierra, de ahí que lo pueda tapar por completo. Tamaño vs. distancia, vaya lo uno por lo otro.

Otras facetas científicas: viento, humedad y presión atmosféricas

Pero lo cierto es que se producen otros fenómenos meteorológicos durante los eclipses, del todo interesantes desde el punto de vista de las ciencias, pero quizás menos conocidos; entre ellos le traigo el cambio de dirección y velocidad del viento que, junto a la ya citada caída de temperatura, se produce en las regiones donde se produce un eclipse. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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