Einstein, Nobel y Relatividad. Concesión: notificación y entrega

(Continuación) Una jugada perfecta al asegurar que los dos físicos teóricos más importantes de la época recibieran el galardón, y así matar dos pájaros de un tiro, como así fue.

Una buena solución puesto que era imposible que Einstein recibiera el galardón por la relatividad dado que, incluso el filósofo francés Henri Bergson (1859–1941) se oponía a dicha teoría (‘El premio prestigia al premiado, pero también el premiado prestigia al premio’).

No, el prestigio del premio se vería muy resentido si el físico más famoso de su tiempo, Einstein Superstar, no lo recibía también. Una concesión que, no obstante, vino acompañada de no pocas singularidades empezando por la propia notificación.

10 de noviembre de 1922. Notificación por el efecto fotoeléctrico

Este día 10 de noviembre de 1922, entonces cayó en viernes como hoy, en la casa de Einstein en Berlín y en la de Bohr en Copenhague se recibieron sendos telegramas con casi idéntico texto, en los que se les notificaba la concesión del galardón.

Casi idéntico porque el de Einstein -que no estaba en casa, sino camino a Japón junto a Elsa en “su triunfal paseo relativista” por medio mundo-, decía ‘Se le ha concedido el Nobel de Física; más información por carta’ y lo firmaba el entomólogo sueco Christopher Aurivillius (1843–1928), por aquel entonces Secretario de la Academia Sueca.

En dicha carta, que le fue enviada el mismo día, le aclaraba: “Como ya le he informado por telegrama, en la reunión de ayer, la Academia Real de Ciencias ha decidido otorgarle el Nobel de Física del año pasado, en consideración a sus trabajos en física teórica, y en particular su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico, pero sin tener en cuenta el valor que se le otorgará a sus teorías de la relatividad y la gravitación, una vez sean confirmadas”.

Una misiva en la que se aclaraba año y motivo del premio pero que dejaba abierta una ventana para la concesión de un segundo premio por dichas teorías relativistas, lo que por cierto nunca sucedió. Por último, puntualizar en este apartado de notificación que normalmente los premiados de cada año se anuncian a principios de octubre, sin embargo el suyo…. Una primera singularidad.

10 de diciembre de 1922. Entrega

Un mes después, el 10 de diciembre de 1922 que, como éste de 2023 lo hará, también cayó en domingo, tenía lugar la ceremonia de entrega a la que solo asistió Bohr, dado que el genio alemán ese día se encontraba ya en Kioto.

De modo que el premio lo recibió el embajador alemán en su nombre, la mención dice: ‘A Albert Einstein, por sus servicios a la física teórica y especialmente por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico’. Otra singularidad. (Continuará)

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