(Continuación) Al parecer y siempre según la historia, Euclides, hombre de natural amable y modesto, le explicó que la adquisición de un conocimiento, en este caso de geometría, ya era de por sí una ganancia, un valor en sí mismo que no necesitaba recompensa aparte. Algo que es cierto y sin duda una buena enseñanza por parte del sabio, quien sin embargo no debió quedar muy convencido del efecto enseñante de la misma.
De haber logrado el aprendizaje deseado por parte del
alumno, ya que se dirigió a uno de sus servidores con la cita de marra, “Dale
una moneda y que se marche. Lo que éste busca no es el saber, es otra
cosa”. Tan poco convencido como yo mismo estoy de la veracidad de esta otra
cita-anécdota, vamos que no me la creo, y eso que no se puede negar que es lo
suficientemente ideal y ocurrente como para utilizarla de ejemplo
ejemplificador (perdón).
Sí, es ideal, pero tal vez lo sea demasiado, más bien tiene toda la pinta de ser apócrifa, máxime si tenemos en cuenta que hasta la propia existencia de Euclides anda en entredicho; como ven, más o menos, tres cuartos de lo mismo del sucedido con los regios caminos geómetras de Ptolomeo I.
A propósito de ‘Elementos’. Composición
Sin duda alguna, ‘Elementos’, es su obra más famosa
y el trabajo que, de forma indeleble, está más asociado a su nombre. Un libro
realmente extraordinario que ha sido utilizado como texto durante más de dos
mil años desde que fuera escrito en el siglo IV a. C. y hasta que las geometrías
no euclídeas lo superaron en el XIX.
Tan extraordinario como para que, probablemente, sea el
texto más difundido y traducido después de la Biblia o El Quijote.
Cosa seria, oiga. Dividido en trece capítulos, los seis primeros versan sobre geometría
plana elemental, los tres siguientes sobre teoría de números, el décimo
sobre los inconmensurables y los tres últimos, principalmente, sobre geometría
de sólidos.
Considerado a menudo como el libro de texto de más éxito en la historia de las matemáticas, de él se deducen las propiedades de los objetos geométricos y de los números naturales a partir de un pequeño conjunto de axiomas.
A
propósito de ‘Elementos’. Aplicaciones
La geometría euclidiana no sólo es una potente
herramienta del razonamiento deductivo, sino que, con el paso del tiempo, se ha
mostrado extremadamente útil en muchos campos del conocimiento como física,
astronomía, química y ciertas ingenierías. Gracias a ella, por ejemplo, en el
siglo II se formula la hipótesis geocéntrica del universo. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 09 de enero de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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