Centenario de Einstein en España, 1923. Relatividad y prensa en Madrid (y 2)

(Continuación) Detractores pues, si bien fue unánime el aplauso general, no por ello faltaron críticos entre los que le recuerdo al antirrelativista físico catalán Comas Solá y al físico panicense Julio Palacios. También está el artículo aparecido en ABC, de título ‘Originalidades Einstenianas’ y firmado por José María Salaverria, en el que se tildaban las hipótesis del alemán de “capricho inútil” y “conocimiento perfectamente gratuito” al que se entregan las gentes. En fin.

Destacar que en 1923 Einstein era ya un personaje conocido en todo el mundo y que en España, para determinados círculos, sus teorías se habían publicado en revistas como Madrid científico, por no mencionar el eclipse solar de 1919 y sus resultados empíricos con los que pasó de ser un físico respetado en el mundo científico a ser un personaje de la cultura popular.

Entre humor y seriedad

Es más, en uno de los “chistes” publicados en ese diario, un académico preguntaba a otro si había entendido la teoría de la relatividad, y éste le contestaba “¡Hombre, la verdad, la he comprendido muy relativamente!”.

Una respuesta de lo más comprensible y es que, como el propio Einstein reconocía, “sin una seria preparación matemática, por lo menos la que tienen los ingenieros”, no era posible comprender su teoría.

Cierro esta valoración con las opiniones de dos buenos conocedores de este tema: uno el historiador estadounidense Thomas Glick, “No creo que la visita de Einstein sirviera para europeizar la ciencia española. Su viaje no dejó huella”. O sea.

Otro, el también historiador pero además físico y español José Manuel Sánchez Ron (1949) para quien “La gira de Einstein fue todo un acontecimiento porque era famoso y la prensa se dedicó mucho a los detalles de su visita y abundaron las viñetas de dibujantes muy conocidos pero, para la ciencia española, la visita no fue ningún revulsivo y aportó poco o nada”. O sea que.

Einstein, relatividad y sociedad

Y si bien para la historia de la ciencia española, el viaje y las conferencias relativistas no supusieron ningún tipo de hito, no podemos decir lo mismo de su repercusión social en un pueblo que compaginaba su total ignorancia sobre dicho campo de la ciencia con una gran fascinación por la personalidad del científico.

Su visita sirvió para que la relatividad se pusiera de moda, pese a que poca gente entendiera de lo que se trataba, hasta el punto de crear un anuncio de un crecepelo contra la calvicie invocando la teoría de la relatividad que apareció en Mundo gráfico. No le digo más. (Continuará)

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