(Continuación) Pero ya lo comentamos al comienzo de esta terna (por ahora) de entregas, es incorrecto de toda incorrección datarlo como un trabajo medieval por la visión simplista que da del mundo y mucho más incorrecto aún, considerarlo una ilustración didascálica de una Tierra plana.
Y no solo porque ya en la época medieval, y anteriormente también, la mayoría de los eruditos creían en una tierra esférica, recordar de nuevo que el terraplanismo es una “invención” del siglo XIX sin ninguna base histórica.
Sino porque en ninguna de las investigaciones documentadas se ha
podido rastrear una fecha cierta, anterior a la del libro de Flammarion de 1888, ciento
treinta y cinco años lo contemplan. Lo que no fue óbice para que apareciera en distintas
publicaciones.
Foerster y Zinner
Como el libro de divulgación científica Von der Erdatmosphäre zum Himmelsraum (1906), que incluía la enigmática imagen flammarionana y el texto: ‘Un misionero [...] nos decía que, en uno de sus viajes en busca del paraíso terrenal, había alcanzado el horizonte donde la Tierra y el Cielo se encuentran, y que [...] se podía pasar por debajo del techo de los cielos...’
La obra es del astrónomo alemán Wilhelm Foerster (1832-1921),
codescubridor del asteroide
(62) Erato, que forma parte del cinturón de
asteroides, el 14 de septiembre de 1860 en Berlín; un hallazgo astronómico considerado
como el primer codescubrimiento de un asteroide de la historia.
Y medio siglo después, en 1957,
el astrónomo e historiador de la ciencia alemán, Ernst Zinner (1886-1970), propuso que esta
imagen habría sido realizada a mediados del siglo XVI; un error del que se desdijo
al poco tiempo al advertir que se trataba de una talla al buril, técnica que no se conoció hasta
el siglo XIX.
Entonces aseguró que la imagen había sido tomada del libro Astronomie populaire, publicado en 1880 por el astrónomo francés Camille Flammarion (1842-1925), su obra más conocida y ganadora del Premio Montyon de la Academia Francesa. Un nuevo error.
De Flammarion o de su época
A todo esto, estotros exégetas
de la cosa eran partidarios de una hipótesis algo distinta, el dibujo fue obra
del propio astrónomo y divulgador y se basan para ello en un par de detalles, con
cierto grado de certeza: uno, en la mayoría de sus libros las ilustraciones no
tienen atribución alguna; y dos, el borde decorativo que rodea el grabado es
bastante moderno, como de finales del XIX. O sea.
Aunque no es menos que lo pudo
recortar, o vaya usted a saber qué, después de todo el astrónomo era un gran
coleccionista conocido por su afición a los libros astronómicos antiguos, de
hecho sabemos que poseía obras de Johannes Kepler, Tycho Brahe o Isaac
Newton. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
¿Cuál es su opinión sobre el terraplanismo?
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