(Continuación) Y sin ponernos trascendentes, nadie que inicia una colección de lo que sea, por decir, digamos cómics, cuando tiene un ejemplar lo cuenta como el número cero de su colección; o cuando cuenta con los dedos de las manos lo hace empezando con el cero (0) en vez del uno (1). No, tampoco.
Echando más cuentas
Ya de la que va basta pensar que cuando empezamos a
contar cualquier cosa, perdone la vulgaridad, monedas de euro, lo hacemos con
el número uno (1) y no con el cero (0), y sólo cuando contabilizamos la moneda número
cien (100), no la noventa y nueve (99), es cuando decimos que tenemos cien
euros (100 €). No y no.
Y el último, el que hace el número cien, forma parte del primer centenar de monedas, no del segundo; sólo cuando él esté en el montón, me cambiarán las monedas por un billete de cien, que será el primero de los billetes, no el cero billete.
Dicho así, si no existe el “cero años”, es porque no
existe el año cero como tampoco, y tirando para abajo en la escala
calendaria, existen el mes cero, la semana cero, el día cero ni la hora, el
minuto o el segundo cero.
Igual si nos venimos arriba en la misma, no existen ni el lustro ni la década ni el siglo ni el milenio cero, salvo en los nombres de algunas revistas, programas de radio y de televisión del mostrenco gremio del mundillo de lo paranormal. O lo que es lo mismo, en marcha un ‘ikerizando’ que es gerundio. ¿Es usted un ‘magufo’? [CR-53]
No
existe el “año cero”
En esta misma línea de razonamiento entre lógico y metrológico, que le expongo a inicios de este siglo XXI, está la hipótesis defendida entre otros, eso sí, a principios del siglo XX, por José Echegaray (1832-1916).
Quien como seguro sabe
está considerado como el gran matemático español del siglo XIX, y es además nuestro
Premio Nobel de Literatura de 1904. Posteriormente, en 1976, esta
hipótesis fue defendida por el polígrafo y académico Julio Caro Baroja (1914-1995).
No, no existe el año cero
en nuestro calendario gregoriano como tampoco existió en el anterior juliano,
de forma que un instante después del nacimiento de Jesús, el mundo se
encontraba en el año uno después de Cristo (1 d. C.) y, un instante antes, en
el año uno antes de Cristo (1 a. C.).
Jesús de Nazaret nació en el año uno de nuestra era, no en el año
cero que no existe. En fin. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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