(Continuación) Queda claro. Los Ig Nobel son unas distinciones que a comienzos de septiembre parodian la solemnidad de sus “primos” serios, los Nobel de diciembre, y premian aquellos trabajos científicos que, por absurdos que parezcan, primero hacen reír y después reflexionar.
Reír porque sin duda son investigaciones cuyos contenidos no pueden ser
más disparatados y por tanto, dignos representantes de una ciencia más mundana
y divertida. Y reflexionar porque no por ello resultan menos relevantes, sus
aparentes naturalezas algo surrealistas, que no absurdas, pueden llegar a encubrir
en cierta forma una contribución al conocimiento humano.
Lo que ya no queda tan claro. Es más, hasta se ha dado el caso de que una
misma persona ha recibido ambos galardones, Nobel e Ig Nobel, señal de que no son premios excluyentes y
que un tipo de investigación no tiene por qué alejar al otro tipo. De muestra,
un botón extraordinario.
Geim y el Ig Nobel de Física 2000
Andre Geim (1958), físico neerlandés-británico-ruso de la Universidad de Mánchester ganó en el último año del siglo pasado el Premio Ig Nobel de Física, junto a Michael Berry (1941) de la Universidad de Brístol, por hacer levitar mediante el uso de campos electromagnéticos objetos macroscópicos constituidos por materiales diamagnéticos como, por ejemplo, el agua (H2O).
En este caso fue una rana,
con un alto porcentaje de agua en su masa total y, dicen, todo un luchador de
sumo, que no sé yo. Un trabajo de título ‘Of flying frogs and levitrons’,
que publicado en la revista European Journal of Physics, vol. 18, 1997.
O sea, que dicho de cierta
manera puede sonar chusco lo de la levitación magnética de la rana, pero lo
cierto es que los fundamentos científicos del mismo son serios como serio es el
mismo científico.
De hecho, Geim, ya empezaba a ser reconocido y en actualidad su nombre está asociado con las investigaciones sobre el grafeno, el desarrollo de la cinta adhesiva geco y las demostraciones de levitación diamagnética.
Así que, a tenor de esta última, bien podemos decir de él que es un
científico con mucho desparpajo, y de su investigación que no solo es
didascálica, “una forma ingeniosa de ilustrar los principios de la física”,
sino también práctica.
Pues ha permitido a
otros científicos construir dispositivos en el mismo laboratorio para probar el
comportamiento de ciertos materiales en un entorno ingrávido (¿Es
lo mismo ingravidez, ausencia de gravedad y vacío?),
sin necesidad de enviarlo al espacio con lo que eso significa y supone. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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