(Continuación) El viario no fue el único reconocimiento, aunque sí el primero (1949) que la ciudad le dedicó al rey poeta pues, unas cuatro décadas después, en 1991, se le homenajeaba en el mismo Real Alcázar de Sevilla con una columna de mármol blanco en su memoria.
La
columna del Jardín de las Galeras
Está situada frente a la bajada de la escalinata de este
jardín, denominado así porque en tiempo hubo algunas naves de este tipo que, recortadas
en el mirto de los setos, se bombardeaban unas a otras con cañones de agua a
modo de batalla naval.
Una maravilla de antaño sin duda, que hogaño y por desgracia no es más que un recuerdo si bien, a cambio, nos queda la columna adornada con una doble inscripción.
Una mira a la escalinata y reza: La Ciudad de Sevilla
a su Rey poeta Almutamid Ibn Abbad, en el IX centenario de su triste destierro.
7 septiembre de 1091. Rachab 384. Sevilla 1991. Así que se trata de una
leyenda conmemorativa del noningentésimo (900.º) aniversario del destierro del
último rey de la antigua Ishbīliya.
La otra inscripción, situada a su espalda, es en realidad
uno de los poemas de Almotamid, con el que expresa su deseo de regresar
a los jardines de su “bendito palacio”. Dice así: No hay más Dios que Dios.
Dios decrete en Sevilla la muerte mía y allí se abran nuestras tumbas en la
resurrección. Almutamid Ibn Abbad (1043-1095).
Nada que comentar por mi parte pues marcho en busca de otro enclave, parcialmente, relacionado con nuestro rey-poeta.
El
monumento al Cid Campeador
Se encuentra ubicado en la Glorieta del Cid,
enmarcada por los dos sentidos de la Avenida del Cid y rodeada por el Pabellón
de Portugal, el Casino de la Exposición y la otrora Real Fábrica
de Tabacos, edificio que en la actualidad alberga diferentes dependencias
de la Universidad de Sevilla.
Y la razón de su presencia en esta entrada no es otra que
el propio Almotamid, pues su nombre aparece en una de las dos leyendas
que muestran las caras mayores del pedestal, en particular ésta.
‘SEVILLA / DORADA CORTE DEL REY POETA MOTAMID / HOSPEDO A
MIO CID EMBAJADOR / DE ALFONSO VI Y LE VIO VOLVER / VICTORIOSO DEL REY DE
GRANADA’.
No olvidemos que por aquellos entonces El Cid defendía al rey sevillano a cambio de las parias -impuestos que los reyes de taifas pagaban a los reyes cristianos para que no les atacasen y les defendiesen de otros enemigos- que éste libraba a su señor Alfonso VI. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 11 de julio de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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