(Continuación) Un material fusionable formado por una mezcla de dos isótopos del elemento químico hidrogeno, deuterio de símbolo 2H o D y tritio de símbolo 3H o T, que para reaccionar necesitan de una altísima presión y una temperatura de millones de grados Celsius.
Más acerca del mecanismo Teller-Ulam
Para que se haga una
idea son condiciones similares a las que reinan en el interior de nuestra
estrella, el Sol, y en el caso que nos
trae las produce una bomba de fisión
semejante a la de Nagasaki. Pero para que funcione, ambas bombas deben estar
separadas físicamente por materiales de diferente composición química colocados
en una distribución espacial específica.
Sólo así los rayos X emitidos por la primera serían recogidos, reflejados y enfocados hacia la segunda y la fusión se produciría. Pero, sin tener en cuenta estos considerandos químicos y geométricos, es del todo imposible fabricar el arma más potente de la historia.
De ahí que fuera uno de
los secretos más protegidos del ejército de USA, el método Teller-Ulam, el mismo que Velarde y su equipo de científicos redescubrieron a partir del poliestireno encontrado en los restos de las bombas caídas
en Palomares, a comienzos de 1966. Al saber lo llaman suerte.
‘Islero’ y método Teller-Ulam. Revitalización del proyecto, 1966
En un principio todo
hizo pensar que, a partir de la exitosa investigación científico-técnica de dichos
restos, se reactivaría el Proyecto nuclear ‘Islero’ iniciado en 1963 con la intención oculta de construir una bomba nuclear A con fines bélicos pero disuasorios.
Recuerde, un objetivo impulsado de un lado por el temor de Franco, tras la independencia de Marruecos en 1956, de que el reino alauí, “uno de los posibles enemigos de la Patria”, atacara los territorios españoles fuera de la península. Pero frenado de otro, por parte del propio gobierno que ralentizaba su desarrollo y, de hecho, en 1966 lo tenían prácticamente en el dique seco.
Además, los nuevos conocimientos
adquiridos sobre la bomba termonuclear, posibilitaban
que España entrara en el exclusivo club de países en posesión de este tipo de
armamento y no es una exageración, de hecho, hubiésemos sido el quinto país
del mundo con capacidad y potencial para fabricarlas.
‘Islero’ y método Teller-Ulam. Final del proyecto, 1966
Sin embargo no fue así
y, por razones diversas, políticas y económicas sobre todo, ninguna de las dos previsiones
se cumplieron: ni se construyó la bomba A de
fisión ni, mucho menos, la bomba H de fusión. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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