Proyecto nuclear “Islero”: Inicio (2)

(Continuación) Y tras su paso por la Universidad Estatal de Pensilvania, el laboratorio Argonne de Chicago y mientras estaba trabajando en la empresa Atomics International, lo hacía en el diseño de un reactor de agua pesada u óxido de deuterio (D₂0), fue requerida su presencia en España, estamos en 1963.

Física y Tauromaquia

Cuando el Alto Estado Mayor y la Junta de Energía Nuclear españoles le encargaron la dirección técnica del proyecto secreto para el desarrollo de bombas nucleares. Como lo lee, el futuro ‘Proyecto Islero’, y al que Velarde dedica los dos años siguientes, con un doble objetivo en el punto de mira: la bomba nuclear de un lado y el reactor nuclear de otro.

De ahí que el proyecto lo divida en dos fases de construcción diferenciadas. Una simple, la del diseño y creación de la propia bomba en sí y, otra múltiple que comprendía: construcción del reactor; fabricación de los productos combustibles; desarrollo de la planta de extracción y purificación del material fisionable, se optó por el plutonio-239. Ah, y muy importante, elección del lugar de prueba de las bombas, el desierto del Sahara, entonces español.

Tan consciente era el físico de lo que se le venía encima, tan titánica y compleja veía la tarea, y de tal envergadura y responsabilidad que en cierta ocasión le llevó a confesar: “Presentía que terminaría matándome a disgustos”.

Una peliaguda sensación, sin duda acompañada de un bajo estado de ánimo, que le impulsó a llamar al proyecto con el nombre del morlaco de Miura, que el 28 de agosto de 1947 corneó mortalmente en la plaza de toros de Linares, al mítico matador Manuel Rodríguez “Manolete”, quien sería el IV Califa del Toreo.

“Spain is different!”

Es por cierto 1963, el año del inicio del Proyecto Nuclear ‘Islero’, precisamente el mismo en el que surge el archiconocido lema publicitario ‘Spain is different!’, promovido por parte del ministerio de Información y Turismo, dirigido en aquellos entonces por Manuel Fraga.

La idea de la campaña era mostrar que España no era un lugar remoto ni peor que el resto de Europa, recordar los ofensivos “África empieza en los Pirineos”, y lo cierto es que, entre los turistas extranjeros, tuvo un enorme éxito. Algo que por desgracia no podemos decir del asunto que nos trae, el proyecto ‘Islero’. 

Afortunadamente en su caso, me refiero al físico Velarde, la lidia del astado nuclear no llegaría a un final luctuoso, me refiero claro al del matador de toros “Manolete”, aunque sin duda la faena científica y tecnológica que tuvo que realizar a lo largo de los años siguientes fue de todo menos sencilla. (Continuará)

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