domingo, 7 de agosto de 2022

Proyecto nuclear “Islero”: Antecedentes

Empiezo con la casi manita de entregas prometidas en la suripanta Artistas y científicos. Dichos y citas, y lo hago con el ya adelantado vínculo entre el mundo de la tauromaquia y el de la física nuclear, en lo que se llamó Proyecto nuclear “Islero”.

Sí, de un lado, el adjetivo “nuclear” (el citado proyecto consistía en la fabricación de la primera bomba de fisión española), y del otro, el sustantivo nominativo “Islero”, tal como lo lee, el nombre del miura que el 28 de agosto de 1947 corneó mortalmente, en la plaza de toros de Linares, al mítico matador Manuel Rodríguez “Manolete”, el IV Califa del Toreo.

¿Oxímoron?

Así que ya ve, por el reglón del titular, estamos ante un asunto entre taurómaco y científico, ¿un oxímoron, quizás? Y, por lo planteado en las entradas, ante una pregunta (“por si hay una pregunta en el aire en el aire / Por si hay alguna duda sobre mí”, Pantoja dixit): ¿Tuvo España, a lo largo del siglo pasado, la posibilidad de poseer armamento nuclear?

Bueno, en realidad, son varias las preguntas que surgen: ¿Fue un proyecto civil o militar? ¿Por y para qué quería Francisco Franco una bomba nuclear? ¿Se llegó a fabricar alguna? ¿De fisión o de fusión? ¿Influyó en algo el accidente militar de Palomares? ¿Qué pinta en todo esto el morlaco que pastó en la finca Zahariche de la loreña localidad de Sevilla?

Son algunas de las preguntas en busca de respuestas (¿Pirandello, dixit?) que le desarrollo a continuación, y empiezo por el principio. Nada nace de la nada.

Antecedentes sociales del proyecto

Como seguro sabe, en el ínterin existente entre ayer sábado 6 de agosto y el próximo martes 9, se cumplen los setenta y siete (77) años de los bombardeos nucleares efectuados sobre las ciudades japonesas de Hirosima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos.

Unos ataques que precipitaban en cuestión de días el final de la Segunda Guerra Mundial y que fue la exitosa culminación científico-tecnológica de lo que se conoció como Proyecto Manhattan. Un verano ese, el de 1945, en el que los EE. UU. se convertía en el único país poseedor de un arma de tan incalculable poder destructivo.

Inauguraba con esta posesión un selecto club nuclear al que se agregaría, cuatro años después, la Unión Soviética que en 1949 detonaba su primer ingenio nuclear y a la que seguirían el Reino Unido en 1952 y Francia en 1960.

Ya le dije, un particular club de tan solo cuatro miembros con capacidad nuclear al que España, entre finales de los años 60 y comienzos de los 70, bien pudo haberse agregado y ser el quinto. Dicen que la mejor manera de entender el presente es conocer el pasado, y puede ser que sea cierto. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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