(Continuación) El desencadenante de este baremo fue el descubrimiento de los elementos transfermio, es decir aquellos con número atómico (N) superior a 100 correspondiente al fermio de símbolo Fm.
Aislado en 1952 a partir de los restos de la explosión de una bomba de hidrógeno o bomba H (también conocida como bomba termonuclear o térmica de fusión), no fue hasta tres años después que se le puso nombre.
En 1955, año de
fallecimiento del genial relativista Albert Einstein (1879-1955), al nuevo
elemento se le denominó fermio en honor al físico nuclear italo-estadounidense
Enrico Fermi (1901-1954), quien ya había recibido el Premio Nobel de
Física en 1938 por sus trabajos sobre radiactividad inducida. Sí, es el de
los neutrinos.
Por cierto, la IUPAP es la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada, fundada en 1922 y conocida por sus siglas en inglés (International Union of Pure and Applied Physics), otro acrónimo como IUPAC.
02. Nomenclatura y simbología (temporal y
permanente)
Es una nueva fuente de
conflicto, una vez validado el descubrimiento, decidir qué nombre y símbolo
llevará el nuevo elemento, primero de forma provisional y después permanente.
Un motivo más que suficiente
como para que en 1978, se publicaran unas recomendaciones pertinentes a fin de establecer
esa nomenclatura y simbología sistemática.
Con posterioridad, ya en el siglo XXI, en concreto en 2016, se publicó un artículo complementario por así decirlo donde se cuenta la intrahistoria de los símbolos de tres letras y como, por ejemplo, en marzo de ese año, el elemento 113 pasó a denominarse ununtrium o con el símbolo Uut.
03. Asignación de un descubrimiento de elementos
Volviendo al aspecto de
la validación del descubrimiento, no le he comentado nada acerca de la asignación
de la autoría del mismo y, como ya se imagina, son nuevamente las asociaciones
IUPAC e IUPAP las implicadas en dicha tarea.
Valiéndose de la
divulgación de la literatura científica han ido publicando diferentes informes
técnicos en los que se revisan cada una de las referencias pertinentes, reconociendo
el (los) laboratorio (s) cuyas afirmaciones cumplen con los criterios
acordados.
Por ejemplo, en 2016, se
publicaron dos informes de este tipo que cubren la asignación de los elementos
113, 115, 117 y 118. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
Una saga sobre la IUPAC, IUPAP y la TP muy didascálica. Enhorabuen.
ResponderEliminar