(Continuación) O sin ir más lejos, el actual e ilustrativo caso de los negacionistas de la vacunación contra la enfermedad pandémica COVID-19, fruto del coronavirus SARS-CoV-2 y sus variantes. Ya sabe lo que se dice de los límites de la estupidez y el universo, y seguro estoy que conoce el pensamiento volteriano al respecto, “La estupidez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás”.
Vax: neologismos
Por seguir con los neologismos, tan de actualidad
en estos tiempos y a propósito de la vacuna, algunos los encontrará
asociados a la palabra ‘vax’, que el año pasado fue seleccionada por los
lexicógrafos del Diccionario Oxford de la Lengua Inglesa (OED, por sus siglas
en inglés), como la palabra del año.
Se refiere al término vaccine (vacuna) y fueron tendencia: vax (vacuna), double-vaxxed (doble vacuna), unvaxxed (no vacunado) o anti-vaxxe (antivacuna) por citar algunas. Por supuesto no entraré a rebatir aquí, el argumentario acientífico en el que dichos negacionistas, sustentan los postulados de sus erróneas y erradas credulidades.
Leyenda urbana
A todos nos suena, en una
versión u otra, esa antañona brometa en la que a un tipo ataviado como Gandhi, sentado
en el suelo sobre sus posaderas con las piernas cruzadas, le preguntaron cuál
era el secreto de su felicidad.
Más o menos, debió discurrir así: “No
discutir con idiotas”, dicen que respondió el buen hombre. “No estoy de
acuerdo”, parece ser que replicó su interlocutor. “Tiene usted razón”, le
espetó impertérrito.
Ni que decir tiene que no puedo estar más de acuerdo con la moraleja de la historieta, a poco que se piense, es fácil caer en la cuenta que nunca, nunca, se debe discutir con un imbécil. Primero porque te rebajarás a su nivel y allí seguro que te ganará por experiencia y, segundo, porque corre el riesgo de que la gente no note la diferencia entre él y tú. Precaución. Me itero, nunca.
Aunque resulte de lo más
tentador entrar a rebatir una imbecilidad, demostrar que el otro está
cretinamente equivocado o, lo que es más importante, que somos nosotros los que
tenemos razón, jamás debemos hacerlo, es más, ni siquiera pensarlo. Mejor coma
chocolate.
Estupideces acientíficas
Le decía que se trata de un
planteamiento imbécil en sí mismo -créame si le digo que decir imbecilidades es
muy fácil, llevo media vida haciéndolo-, que no conduce a nada práctico y,
además, como nos dice la ley brandoliana, todo un adagio internáutico, rebatir
a un imbécil requiere de mucha energía y tiempo. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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