(Continuación) Entre ellos, el virus de la poliomielitis, de la fiebre aftosa, la hepatitis B y C, el adenovirus humano que actúa en la transformación tumoral, y una serie de virus que infectan plantas. Prodigioso.
Técnica replicadora
Y por supuesto un detalle que no se le habrá pasado por alto. Gracias a ese altísimo poder de replicación del virus y la técnica desarrollada por Salas, muestras de ADN que hasta ahora no podían analizarse genéticamente por ser muy escasas, ahora sí se podían estudiar.
Ella descubrió una
técnica capaz de multiplicar fácilmente el ácido desoxirribonucleico a
partir de muestras escasas, lo que ayudó a revolucionar numerosos campos que
van desde la medicina de precisión a la arqueología, pasando por la
investigación criminal y demás aplicaciones en biotecnología.
Ya sabe que el ADN es un ácido nucleico con las instrucciones genéticas necesarias y suficientes no solo para el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos y algunos virus, sino también para la transmisión hereditaria.
Sin duda la gran reina de
la ciencia contemporánea es la genética. Ni que decirle tengo que dicha técnica
se patentó.
Una patente internacional y rentable
Inicialmente el sistema
de amplificación de ADN se patentó (1989) en EE UU, concediendo la
licencia de explotación a una empresa que comercializó una serie de kits con
gran éxito. Años más tarde, en 1997, esta patente fue reconocida en Europa y Margarita
la puso a nombre del CSIC.
Y aunque estuvo activa solo durante seis años, hasta donde sé, es la patente más rentable de la historia de la ciencia española: solo entre 2003 y 2009 supuso más del 50% de los beneficios por patentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Se estima que generó algo
más de seis millones de euros de beneficios para el centro, para la ciencia española.
Una extraordinaria muestra de generosidad personal de la mujer que lideró el grupo
de investigación que descubrió la polimerasa del fago phi29: Margarita Salas.
Una Hacedora de la Ciencia
Pocas dudas puede haber sobre
el papel pionero que, en el desarrollo de las tecnologías sobre las que hoy se
alza la revolución genética que estamos viviendo, jugaron por un lado la profesora
Salas y, por otro, la ciencia española.
Ah, por último, resaltar la importancia de la investigación básica de la que ella era una firma defensora y a la que consideraba el motor de la investigación aplicada y la tecnología. Le dejo con un deseo. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas
Faustum
annum MMXXII vobis exopto!
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