miércoles, 1 de septiembre de 2021

“Si las abejas desaparecieran…” (1)

… de la faz de la Tierra, a los humanos sólo les quedarían cuatro años de vida”. La cita de la cabecera vino a estos predios a comienzos del pasado mes de junio, ‘(Algo) de lo que Einstein nunca dijo (y 2)’, a propósito de esas frases atribuídas a alguien, aunque nunca pronunciadas por él.

Ya me entiende, ocurrencias supuestamente científicas en la línea de ‘lo dijeron o algo así’ y que tan frecuentes son, pues bien, en lo que respecta a ésta, hace unas semanas, ya un atento lector me pedía algo más de información al respecto.

Un interés que no es de extrañar si tenemos en cuenta la contundencia de la frase -sin duda una potente llamada de atención sobre la importancia de los insectos polinizadores, de la biodiversidad en general-, y el supuesto creador de la misma, nada menos que el físico germano-estadounidense Albert Einstein (1879-1955).

La cuestión es, ¿la dijo o no la dijo? Dado que este blog nació con vocación de servicio público y pretensiones divulgadoras, aunque con cierto retraso, he aquí lo averiguado.

¡No la dijo!: Apicultores belgas

Ya de entrada, no existe el menor rastro de que la pronunciara el relativista (‘Albert Einstein. El libro definitivo de citas’ [Libro Recomendado-133]), de modo que niego la mayor, no hay constancia de ningún registro documentado según el cual, el científico hubiera dicho tal frase.

Y eso que no son pocos los investigadores especializados en sus citas, los que han buscado y rebuscado por todos lados: libros, escritos, entrevistas, noticias, anécdotas, medios gráficos (fotos), etcétera. Nada de nada.

De lo que sí existen más que evidencias es de su origen a partir de un slogan de protesta realizado por unos apicultores belgas, para una manifestación llevada a cabo a finales del siglo XX, en concreto en 1944 (el físico murió en 1955).

Distribuída en unos panfletos venían a aseverar que, si los forzaban a salir del negocio a causa de los precios más bajos de la miel importada, un viejo y pandémico problema como puede ver, entonces, con ellos desaparecerían las abejas y tras ellas también lo haría el hombre.

Una afirmación que razonaban pues, según ellos, el ochenta y cinco por ciento (85 %) de las plantas europeas dependen de las abejas para reproducirse, lo que provocaría una reacción en cadena. Y lo cierto es que, hasta donde alcanzo a comprender, no andaban falto de razón, al menos en teoría. O sea que, por ahí, bien.

¡No la dijo!: The Happening’, la película

Lo que no lo está tan bien de su discurso, es la incorrecta atribución einsteniense que hicieron de la autoría de semejante dicho. Inducidos probablemente por una nueva y maleva aplicación de que “el fin justifica los medios”, pensaron que vendría bien utilizar al universal genio. O sea que, por ahí, mal, lo peor es que no fueron los únicos. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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