(Continuación) Y aunque el término científico como tal tardaría bastantes siglos en aparecer William Whewell (1840), sin duda alguna estamos ya ante uno de ellos, uno capaz de elaborar un verdadero programa de investigación en el que se valora la observación sistemática y cotidiana, basada en instrumentos que ellos mismos inventan y desarrollan.
Nos alejamos del maravilloso
geocentrismo fantástico, ya que las primeras observaciones de auténtico
valor científico sobre la estructura del Universo, fueron realizadas por
estos griegos quienes, al formularse una serie de preguntas sobre los
movimientos de los cuerpos celestes, cumplían con dos de los primeros pasos
esenciales en todo proceso científico.
A saber: a) observación
atenta, crítica y racional de los fenómenos y, b) formulación de interrogantes
y planteamiento de hipótesis. Nada de creencias, dioses o sobrenaturalidad.
De los movimientos del cielo: planetas
Son estos nuevos astrónomos los que llaman planetas, “estrellas errantes o erráticas”, a esos cuerpos celestes que, al ser observados desde la Tierra, se desplazan mostrando un aparente cambio de posición. Una especie de rápido vagabundeo, Marte errante.
De esta manera los diferenciaban
de aquellos otros que, también desde la superficie terrestre, parecían guardar siempre
entre sí la misma distancia y a las que llamaron estrellas fijas. Etimológicamente
la palabra planeta deriva del latín, adoptada su vez del griego, y
significa a aquellos cuerpos que presenta un movimiento aparente rápido, errante,
con respecto al fondo de estrellas fijas.
Unos cuerpos estos que en
realidad tampoco lo están pues, en puridad, sí presentan un desplazamiento en
el transcurrir de la noche solo que de una forma tan lenta, que no parecen cambiar
de posición, de ahí el calificativo de fijas.
Como seguro sabe, hoy día y gracias a la ciencia, el término planeta se reserva exclusivamente para aquellos cuerpos celestes que giran en torno a una estrella, como en este ejemplo lo son Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, siendo la Luna un satélite, el único de la Tierra y el Sol, la estrella alrededor de la cual giran.
Ya habrá caído en la cuenta
que escribo esto desde un particular punto de vista, de los dos imperantes a lo
largo del tiempo, el del heliocentrismo o modelo copernicano.
Geocentrismo ptolemaico
Pero eso es hoy, en los
tiempos griegos a los que nos estamos refiriendo predominaba mayoritariamente
el modelo geocéntrico, una visión antropocéntrica del Universo según
la cual nuestro planeta es el centro del mismo y a su alrededor giraban todos
los demás cuerpos (Sol, Luna, planetas, estrellas) describiendo trayectorias
circunferenciales. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
¿Trayectorias circunferenciales o circulares? ¿Dónde está la diferencia?
ResponderEliminarDeberías leer la entrada del blog 'Diferenciando circunferencia, círculo y esfera'.
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