miércoles, 25 de agosto de 2021

Marte silente, errante y resiliente: Mitología

(Continuación) Como solía decir hace unos años un mentalista español: “Y recuerden, todo lo que han visto ha sido producto de su imaginación. No le den más vueltas, no tiene sentido”. Pues eso, a otra cosa mariposa, y de la magia a la mitología sin solución de continuidad.

Acerca de la mitología

Seguro estoy que, a estas alturas de la entrada, ya se ha dado cuenta. Muchas de las iniciáticas relaciones anteriores están vinculadas, como no, a la mitología, esa forma en la que un pueblo se explica así mismo, desde la tradición, no solo su origen sino la razón de ser de buena parte de lo que le rodea.

Una mitología constituida por un conjunto de relatos y creencias relativamente cohesionados, protagonizados por seres fantásticos, dioses o héroes, que intentan explicar o dar sentido a determinados hechos o fenómenos.

Visto así, la mitología viene a conformar la cosmovisión o el sistema de creencias de las diferentes culturas que en el mundo han sido, y entre ellas, para los intereses que nos traen aquí, las de griegos y romanos elevaron a la categoría de dioses a los mismos planetas.

Planetas digo, entendido el término con el significado que en aquellos tiempos tenía y relacionado con los cuerpos visibles a simple vista (recuerde Mercurio, Venus, Luna, Marte, Júpiter, Saturno y Sol), y no con el científico actual.

Marte mitológico

El planeta debe su nombre a Mars, nacido de Juno y Júpiter, dios romano de la guerra y un símbolo además de la virilidad masculina, la pasión y la sexualidad, cuando no de la violencia, el derramamiento de sangre o la valentía. En fin, ya se puede hacer una idea de por dónde iban los tiros.

No en vano los romanos lo veneraban como el poderoso guerrero que los protegía de los enemigos y conducía a la victoria, y así lo representaban con casco, armadura, escudo y lanza.

Mars, un dios romanización del griego Ares con el que fue identificado, que da nombre no solo al cuarto planeta solar, Marte, sino a un día de la semana, el martes, segundo o tercero, ya sabe, y al tercer mes del año, marzo.

Marte, también conocido como «el planeta rojo» por su característico color y que, comprensiblemente, asociaron con el de la sangre derramada, de ahí su vinculación bélica. En la actualidad, gracias a la ciencia, sabemos que esa apariencia rojiza procede de la mayoritaria presencia en su superficie de uno de los óxidos de hierro. En concreto del óxido de hierro (III). (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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