(Continuación) A raíz de las entregas de este fin de semana pasado -referidas al reciente rebrote del fenómeno ovni merced a, ya sabe, la celebración del tontuno World UFO Day o Día Mundial del Ovni a primeros de mes, y a la publicación del informe del Pentágono acerca de los fanis o fenómenos aéreos no identificados (UAP por sus siglas en inglés)-, me llegaba un comentario al blog apuntando en la dirección del titular, “¿Usted cree que nos visitan?”.
Que
está referido naturalmente a los objetos voladores no identificados, que dicho sea de paso
existen sin la menor duda, pero indisolublemente asociados al concepto de nave
extraterrestre tripulada por alienígenas inteligentes.
Una
afirmación de la que no existe la menor prueba, más bien de todo lo contrario,
y si bien es cierto que la ausencia de prueba no es prueba de ausencia, no lo
es menos que afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias.
Así que esas estamos.
‘I want to believe’
Dicho lo cual vaya por delante que lo que se crea, se trate de un servidor de usted, del agente Mulder (Titotatín tatín) o de cualquier otra persona, lo cierto es que no tiene apenas relevancia. En asuntos como éste las únicas que mandan son las pruebas científicas, ellas son las que nos deben mostrar el sentido de nuestros pensamientos y razonamientos. Y éstas apuntan de manera inequívoca y tozuda.
En
el caso que nos trae, el informe estadounidense de este segundo verano
pandémico COVID-19
emitido
por la “inteligencia” de EE UU, basándose en la documentación remitida por las
más importantes agencias de defensa, inteligencia y científicas del país, admite
no tener explicación para el misterio de los objetos voladores no
identificados.
En
principio afirman carecer de los conocimientos científicos y técnicos suficientes
para dar una respuesta a estos fenómenos, por lo que quedan como inexplicados por ahora, que no
inexplicables. Lo que no conviene confundir pues, mientras “inexplicado” es todo
aquello que está falto de la explicación debida, “inexplicable” es lo que no
tiene ni puede tener explicación.
Un escalón por debajo de lo que algunos llamarían “milagroso”, que es lo que supera o no puede ser explicado por las fuerzas de la naturaleza. O sea, que hay significativos saltos cualitativos entre conceptos, lo que nos obliga a ser especialmente cuidadosos en su uso para no confundirlos.
‘La verdad está ahí fuera’
En
esa dirección se mueve el mismo Chris Carter, creador de la popular y longeva serie ‘Expediente
X’ iniciada en los años noventa del siglo pasado. Como muchos científicos,
el productor y guionista estadounidense, afirma no tragarse lo de los ovnis tal
como lo admiten los creyentes de esta especie de religión surgida con la Guerra
Fría y la carrera espacial. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
¿Es probable que no hayan visitado o nos estén visitando? ¿Considera peligroso para la humanidad un encuentro con extraterrestres?
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