domingo, 2 de mayo de 2021

Tecnología CRISPR. Hitos de Ciencia, 2020 (1)

(Continuación) Hace poco más de tres años que le escribí acerca de las, por entonces, ultimísimas técnicas de ingeniería genética como la CRISPR/Cas, usadas para manipular los genes de una célula o un individuo, por lo que podrían ser consideradas como formas de transferencia genética horizontal artificial.

Lo hacía de forma lateral y a propósito de un reno, sí ha leído bien, y la evolución científica de su hocico rojo y luminiscente, junto a unos evidentes intereses navideños. Lo sé, no suena como muy científico, pero ya me conoce, de modo que, si no se deja llevar por las apariencias algo puede leer en: Rudolph, el reno. Leyenda; Rudolph, el reno. Ciencia y hocico rojo; Renos y evolución; Rudolph, el reno. Ciencia y hocico luminiscente; Rudolph, el reno. CRISPR.

Pues bien, a lo que vamos, hoy la tecnología CRISPR vuelve a esta tribuna por derecho propio, al ser considerada uno de los Hitos de la ciencia del 2020, aunque bien es cierto que todo empezó unos años antes. En concreto en 2012, al entrar en la escena científico-técnica esta revolucionaria herramienta para editar el genoma, conocida coloquialmente como ‘tijeras genéticas CRISPR’.

‘Tijeras genéticas’

La misma que ha dado lugar a grandes avances científicos, gracias a su capacidad para alterar una cadena de ADN, eliminando una parte y reconstituyéndola en una nueva secuencia. Por cierto, así como el CRISPR, las revolucionarias ‘tijeras genéticas’ fueron halladas por pura casualidad, de modo que marchando una vez más, una de serendipia científica.

Una maravilla tecnológica, la ‘tijeril’, que debemos a dos investigadoras. La microbióloga y bioquímica francesa Emmanuelle Charpentier (1968) y la bioquímica estadounidense Jennifer Doudna (1964), de las que la revista Science reconocía que sus ‘tijeras del genoma’ eran el avance científico del 2015, seis años ya.

Para entonces, un ensayo clínico llevado a cabo en EE. UU mostraba que las células inmunitarias de tres pacientes con cáncer avanzado, editadas con CRISPR Cas9, podían persistir, prosperar y funcionar meses después de haberlas recibido.

Un avance más que significativo a la hora de mostrar y demostrar la seguridad ya existente en el manejo de células editadas en el cuerpo de los pacientes, aunque no es menos cierto que estábamos al principio, que era solo la fase I por así decirlo.

Quedaba por tanto camino que recorrer hasta tener la posibilidad de un tratamiento aprobado con CRISPR, que es lo que vislumbramos a finales de la segunda década del siglo XXI. Y es que, desde entonces, su desarrollo no ha dejado de aumentar. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

  

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