Hace unos días le describía negacionismo como ‘toda creencia, afirmación o práctica que se presenta incorrectamente como científica, al no seguir un método científico válido; es decir, todo aquello que toma la apariencia de ciencia sin serlo’. Y es así.
Negacionismo con rostro
Lo hacía ligado al arte
de la música, en concreto de la canción ‘El negacionista’ del
grupo español Los Planetas, y a propósito de una supuesta inexistencia
de la pandemia infecciosa del COVID-19 y el coronavirus
SARS-CoV-2 o, en su defecto, la negación de la gravedad de los mismos, que
tanto da o peor aún.
Y todo ello con un rostro
reconocible al frente, el del también cantante Miguel Bosé y sus
polémicas e infundadas declaraciones criticando todas y cada una de las
certezas médicas y científicas con respecto a la actual pandemia. Pero no es el
único, hay otros artistas conocidos que se han pronunicado al respecto en el
mismo sentido.
Sin salir del suelo patrio, me vienen a vuelatecla desde el músico Enrique Bunbury a la pintora Ouka Leele y desde el rapero Kase.O hasta Sherpa, otrora vocalista y bajista de la banda de heavy metal y hard rock Barón Rojo, sin olvidarnos por supuesto de Silvia Pantoja, sí, ya saben que desde hace años, la familia Pantoja es el perejil de (casi) todos los guisos mediáticos.
Negacionistas del COVID-19
Por supuesto que no seré
yo quien ponga la menor cortapisa al respecto, se puede y se debe cuestionar el
papel jugado por el Gobierno en su gestión, faltaría más con la que está
cayendo, pero está fuera de toda discusión, roza la estulticia itero, no
aceptar que la epidemia la ha causado un microorganismo.
Un virus que puede ser
letal y al que solo podemos atacar, al menos hasta que tengamos la vacuna,
evitando el contagio masivo mediante el confinamiento, las medidas higiénicas,
la distancia física y el uso de mascarillas. No hay otra.
Estos son hechos probados, irrefutables, algo que no se puede cuestionar, como no se hace con la atracción de la gravedad, el teorema de Pitágoras, la evolución biológica o que los aviones vuelan. Lo sabemos a ciencia cierta, como tampoco ignoramos que, contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano.
Por ahora estos negacionistas
pandémicos son los últimos en llegar, la última batalla que librar de una
guerra que, por desgracia, lleva siglos entre nosotros. Sin duda la sombra del negacionismo
es muy, muy, alargada, tanto al menos, como interminable es la historia de la
irracional lucha del hombre contra la razón y la ciencia.
Una contienda en la que
los que niegan la existencia del coronavirus, la propagación de la enfermedad y
la capacidad preventiva de las vacunas, utilizan las mismas armas y recursos de
siempre: desde métodos falsos de prevención y cura; hasta cifras inexactas,
mentiras y desinformaciones; pasando por alertas crédulas y pseudociencias.
Podemos afirmar que los bulos sobre esta enfermedad constituyen, en sí mismos, otra epidemia que necesita de su propio remedio (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
¿Es lo mismo átomo, elemento y sustancia? no me acabo de enterar si son lo mismo o no.
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