(Continuación) ¿Cómo
saber si las joyas de oro que, con tanto celo, se han transmitido de
generación en generación en nuestra familia, son auténticas o, en cambio,
apenas tienen valor?
Con la reserva antes
realizada sobre la seguridad, no ya de la naturaleza sino también de la
integridad del objeto, les ofrezco una serie de recursos caseros, de menos a
más invasivos y que van desde la simple observación, a la mordedura pirata,
pasando por los que emplean diferentes productos que podemos tener en nuestras
casas. Para su exposición los he categorizado en varios grupos: examen visual, prueba
mecánica, test magnético, prueba térmica, análisis químico, etcétera.
Examen visual: En busca de la marca o sello
Es el primer análisis al
que podemos someter nuestra pieza, que si es de oro debería llevar grabadas unas
marcas pertenecientes al orfebre, fabricante, refinería o laboratorio que los
acredita como piezas de oro y certifica su pureza. Una serie de tres
cifras que indica su pureza y otra serie consistente en tres cifras y dos
letras que es el código del fabricante, y suelen ir en la parte interior e
inferior.
Sin embargo, ha de tener
presente que necesitará de una lupa o lente de aumento, para poder
distinguirla dado su pequeño tamaño, y que su
presencia tampoco es garantía de autenticidad ya que, como (casi) todo
en esta vida, el sello también se puede falsificar. Desconfíe también si las
marcas están irregularmente grabadas o no tienen nitidez suficiente. Por otro
lado, además de la lupa, necesitará conocer cuáles son las marcas de cada
fabricante y las de la pureza para identificarlas.
No obstante, su no presencia
tampoco es garantía de no autenticidad ya que, por un lado, es posible que ésta
se hubiera desgastado con el tiempo, y por otro, debe saber que no siempre ni todas
las joyas, han llevado y llevan un sello, ya que estos se hicieron populares en
los años 50, no siendo fácil encontrarlo en joyas más antiguas ni en posteriores
a dicha fecha. Como puede ver se trata de una prueba que no es definitiva, así
que pasemos a la siguiente.
Examen visual: En busca de otras señales
Sobre todo en aquellas
zonas que puedan tener un mayor desgaste debido a la fricción por el uso, como
los bordes. Si vemos que está decolorado, ha perdido su brillo o se
observa un color metálico diferente al dorado, podría indicarnos que en
realidad la pieza es de otro metal y tan solo lleva un fino revestimiento de
oro.
Si se ha decolorado, perdido
su brillo, presenta otro color metálico o si ha aparecido óxido, que ésta
es otra señal de que nuestro anillo o sortija no es de oro de ley. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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