(Continuación) A propósito de esa muestra
“de oro puro” -en realidad basta con decir “de oro”, o lo que es lo mismo, de
la sustancia simple oro Au (s), formada exclusivamente por átomos
del elemento químico oro, con número atómico 79 en la actual Tabla
Periódica de Elementos Químicos-, me gustaría apuntarle algo desde un punto
de vista físico-químico.
Minería,
refinamiento y riqueza
Independientemente de los distintos métodos
utilizados a lo largo del tiempo para extraerlo de la superficie terráquea (bateo,
detector de metales, cianuro, carbón), lo que se conoce como minería del oro,
y de las diferentes técnicas de refinamiento (física, química, electroquímica,
técnica Miller) empleadas para su refinado, el oro, en realidad
cualquier metal, nunca estará nunca exento de impurezas de otros metales.
Es decir, no todos los átomos que forman
una pieza de oro serán sólo de este elemento, por lo que en puridad no existe
el “oro puro” sino una aleación natural, no deseada como las anteriores, que
nos obliga a revisar los valores asignados a algunas de las unidades anteriores
(100 % en peso, 1000 milésimas).
Y así, a la riqueza del oro de veinticuatro
quilates (24 K), y según la técnica de refinamiento empleada, se le asignan
diferentes porcentajes de pureza: 99,9 %; 99,99 % o 99,9999 %
correspondientes a 999 milésimas, 999,9 milésimas o 999,999
milésimas que también son conocidas como oro de calidad 3N, 4N
o 6N debido, por razones obvias, al número de nueves que contienen.
He leído que este último, probablemente el oro
más puro de todos los obtenidos hasta ahora, fue refinado en 1957 por Perth
Mint, Casa de la Moneda australiana (1899) propiedad exclusiva del Gobierno
de Australia Occidental. Curiosamente, medio siglo después de que se implantara
en Europa y América el quilate decimal o métrico (1957), un
quilate gemológico o de unidad de masa que en el sistema métrico decimal equivale
a 200 mg, es decir 0,2 g.
Otras unidades orfebres: oro de 1.ª y oro de 2.ª
En cualquiera de los casos, a las
distintas unidades cuantitativas se las conocen también como ley del oro
que, de manera cualitativa, se la textualiza en dos categorías normalizadas:
- Oro de primera (1.ª) ley. Correspondiente a una aleación de dieciocho quilates (18
K), un oro de ley de 749,92 milésimas o de un 74,99 % de riqueza.
- Oro de segunda (2.ª) ley. Correspondiente a una aleación de catorce quilates (14 K),
un oro de ley de 583,27 milésimas o de un 58,33 % de riqueza.
Ambos son oros de ley
obtenidos a partir de lo que tomamos como oro puro o fino que, en
teoría, corresponde a la sustancia simple, veinticuatro quilates (24
K), y que en realidad es una aleación natural de 999,9 milésimas o
de 99,99 % de riqueza por poner un ejemplo de “nueves”. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
Espero que continúe.
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