(Continuación) En el actual siglo XXI, a
nivel internacional, en inglés ‘new normal’ para más señas, y ligado al
terreno económico, la expresión aparece reflejada en diferentes documentos, a finales
de la primera década del siglo. Si no me equivoco, su uso como construcción lingüística
asociada a un contexto determinado se popularizó tras la crisis económica de
2008, para expresar con ella algo trascendente. Caución.
Una
expresión un poco inquietante
Porque a partir de ese momento nada
volvería a ser como antes, y lo que con anterioridad había sido considerado
como anómalo, ahora pasaba a ser un lugar común. Como suelo hacer en estos
casos he tirado de diccionarios y, para los intereses que me traen respecto al
término normalidad, leo que se trata de la “cualidad o condición de
normal”, un quiebro que me lleva a su vez a hacer lo propio con normal y
ver que se refiere a “aquello que se encuentra en su estado natural o, por su
naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano”.
Una
interesante acepción pues -dado que toda idea y conocimiento, la normalidad lo
es, se construye a través de la interacción del individuo con la sociedad y su
ambiente-, no podemos entonces hablar de normalidad en general, sino de
normalidad dentro de una sociedad y un contexto determinado, espacial y
temporal. De modo que la normalidad no es una sola e inmutable.
Una
conclusión que se hace evidente a poco que viajemos a otro lugar, sea de forma
física o virtual. A otra época, a través de la lectura. O cuando nos levantamos
ese primer día del confinamiento.
Visto
así, la normalidad es otra idea construida en el marco de una interacción, un
constructo social que envuelve aquellos comportamientos, ideas y
características que se adaptan a la vida en sociedad. En definitiva, una suerte
de autorregulación social.
‘La normalidad es una
ilusión’
Mejor
que mis palabras, lo expresa en una sola frase Morticia Addams
-personaje ficticio de ‘La familia Addams’ creada por el dibujante Charles
Addams, esposa de Gómez Addams, madre de Pugsley y Wednesday, auténtico
corazón y alma de la familia- al decir “La normalidad es una ilusión. Lo que
es normal para una araña es el caos para una mosca”. Sí, mucho mejor.
De
manera que, si normalidad es la condición de normal y entre las acepciones de
este adjetivo están la de ‘habitual u ordinario’, podemos inferir que al hablar
de ‘nueva normalidad’ hacemos referencia a una situación en la que lo habitual
u ordinario no es lo mismo que en la situación anterior. Es decir, que estamos
ante una normalidad diferente a la que conocíamos, por lo que se trata de una
expresión bien formada con un significado transparente.
Desde
el punto de vista lingüístico es una construcción correcta para referirse a la
realidad sanitaria-social que vivimos en estos tiempos de coronavirus. Otra
cuestión es esta otra expression, también utilizada de forma profusa
últimamente, me refiero a la de ‘volver a la nueva normalidad’. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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