martes, 14 de abril de 2020

Cuarentena, ciencia y música

A partir de ahí, su uso como método para frenar la propagación de otras enfermedades infecciosas se generalizó, aunque en honor a la verdad hay que reconocer que no siempre resultó ser igual de efectiva.
Pero con el paso del tiempo -sobre todo a partir de los años 50 del recién pasado siglo XX y el desarrollo de los antibióticos y las vacunas- todo apuntaba a que el uso de la cuarentena pasaría a mejor vida médica, a convertirse en algo del pasado. Craso error. Como bien sabemos y desafortunadamente de primera mano, a pesar de sus extraordinarios avances, la medicina, en el inicio de este siglo XXI, sigue utilizando la cuarentena como recurso para luchar contra el contagio. Se ve que no siempre se avanza lo suficiente, y eso que…
“La ciencia avanza que es una barbaridad”
Perdone lo que resta de la entrada, pero ya sabe lo que me gustan estos tipos de nexos y mi indefensión para resistirme a escribir sobre ellos. Empezando por la frase del subtítulo, que seguro estoy conoce de sobras, ha leído y escuchado infinidad de veces y hasta, incluso, ha utilizado alguna vez. Una frase que por cierto, a pesar de lo aparente, no acuñó ningún científico ni divulgador, pues no procede de ningún miembro del mundo de la Ciencia sino de la otra mitad de las Humanidades, la del Arte.
En realidad esta expresión es una deformación de “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad” que pertenece al mundo de la música y, en particular, a la letra de una canción de una famosísima zarzuela. Son cosas que ocurren. Se trata de La verbena de la Paloma, un sainete lírico subtitulado El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos estrenada en 1894, con música de Tomás Bretón y libreto de Ricardo de la Vega. Algo tengo enrocado, así que lo pueden buscar. Ya que va de nexos, y perdonen de nuevo, ¿qué significan antivirus y cuarentena informática?
‘Soldado de Nápoles’
Siguiendo el hilo musical, también hay algo enrocado de otra zarzuela que guarda relación con el popular y archiconocido número musical del subtítulo de más arriba. Pertenece a la ‘La canción del olvido’, compuesta de un solo acto dividido en cuatro cuadros y cuya acción transcurre alrededor de 1799, en la imaginaria ciudad de Sorrentinos, en el reino de Nápoles.
La serenata zarzuelera forma parte del libreto que en 1912 escribieron Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde, con música del maestro José Serrano y que fue estrenada en Valencia (1916) y Madrid (1918). Una fecha ésta última que tiene su relevancia a los efectos que nos traen.
La tiene y por partida doble. Relevancia médica, pues coincidió con la primera ola de una pandemia de gripe conocida como “gran epidemia de gripe”, “gran gripe”, “epidemia de gripe de 1918”, “gripe española” o “Soldado de Nápoles”, que de todas estas formas es conocida, si bien unas están más justificadas que otras.
Y también relevancia bélica, recuerde que en la primavera de 1918 el viejo continente europeo estaba inmerso en la Primera Guerra Mundial. La intrahistoria de este triple nexo bélico-musical-científico la pueden leer en el blog, mientras esta saga sigue con algunos microbios y las enfermedades que originan. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

Índice

1 comentario: