(Continuación) De hecho esta epidemia -de la que este año se cumple su 370.º
aniversario, dicho sea de paso, y vaya por lo de las ‘efemérides redondas’- se ensañó
con la ciudad hasta el punto de que hizo descender su población a muy poco más
de la mitad. Lo que es mucho.
Referencia necrológica
La epidemia de 1649 de Sevilla a la que
se refiere la leyenda monolítica, formó parte de una peste bubónica que
unos años antes entró en la península procedente de África, convirtiéndose en la
mayor crisis epidémica que ha padecido nunca nuestra ciudad.
Aunque existen reservas sobre los datos
estadísticos disponibles, se estima que pudieron morir al menos unas sesenta
mil (60 000) personas, lo que vino a representar el cuarenta y seis por ciento
(46 %) de su población. Una ingente cantidad de cadáveres a los que, por
razones sanitarias y de salubridad, urgía enterrar. De ahí que se empezaran a
abrir extramuros, quemaderos y fosas comunes o “carneros”, y los había en distintos
arrabales de la ciudad, a saber: el Prado de San Sebastián, Macarena, Puerta
Osario, convento de San Jacinto, Puerta Real, Carretería y, naturalmente, el Baratillo.
Terrible sin duda.
Para
hacernos una idea del alcance de la tragedia, a las numerosas pérdidas
personales y sus desgarradores efectos demográfico y familiar, hay que añadir
otros, estos a nivel social, económico o inmobiliario, no menos significativos.
De hecho existe cierto consenso entre los historiadores a la hora de admitir
que Sevilla necesitó casi un siglo para recuperarse de esta epidemia. Por cierto,
ya de la que va, entre las víctimas más conocidas de esta terrible epidemia, citar
al escultor Juan Martínez Montañés que murió
en la primavera de ese año.
Y sin dejar del todo este
hilo de los enterramientos masivos de mediados del XVII, pero volviendo al
monumento del Arenal del XXI, destacar ahora que las letras y números sueltos,
grabados en diferentes posiciones y colorido de su base, vienen a ser
como un símbolo de los fallecidos en esa peste de 1649. Ya que la menciono, sepan
que en cada una de las caras de la base y entremezclados con las letras,
aparecen cuatro fechas (1693, 1694, 1724 y 1755), un hilo calendario que dejo
suelto por si algún lector interesado lo quiere hilvanar.
Referencia cofradiera
Continúa diciendo el
circundante texto del monolito que “Existía en él esta cruz que se
conmemora, convirtiéndose en un lugar de culto y devoción que dio origen a la
Hermandad de la Cruz del Baratillo. Diciembre 2013”, en clara alusión a la
cruz que lo corona y de la que les adelantaba hace unos días que les podía
resultar familiar. Y tanto que puede.
Como que es una réplica
de la cruz que remata la cúpula de la Capilla de la Piedad de la Hermandad
del Baratillo, y que podemos ver en la misma calle Adriano a poco
que desplacemos la vista unos metros. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
¿Va a dar alguna charla sobre la 1ª Vuelta al Mundo? De ser así me gustaría que la anunciara en el blog.
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