Putnam y ‘Tierra Gemela’. Polisemia filosófica de “gemelo”

(Continuación) Aunque antes de atacar a la expresión del experimento mental, permítanme que les cuente una confusión que sufrí con el nombre del hombre que nos trae, Hilary Putnam. Resulta que, sin haber visto una fotografía suya, y probablemente por su nombre, pensé que se trataba de una mujer, así que imaginen mi sorpresa al comprobar mi error de sexo.

Una cuestión de sexo

Dándole vueltas a mi equivocación -que básicamente proviene de un hecho incuestionable, mis conocimientos de inglés no es que sean deficientes, es que son inexistentes- he pensado que, quizás, provenga de una lectura rápida y una equivocada asociación con el nombre de dos primeras damas estadounidenses.

Sí, Michelle Obama y Hillary Clinton. Pero claro, el nombre de él se escribe con una ele, mientras que los de ellas llevan dos eles, una evidente forma de diferenciar entre femenino y masculino que un servidor de ustedes pasó por alto. En fin, escrito queda en este enrocado blanco sobre negro y para que conste a los efectos que sean menester.

Y con la expresión, vuelvo a la segunda parte del titular, Putnam, en su obra de 1975 The Meaning of “Meaning” (El significado de “significado”), hace referencia a un experimento mental que pasa por ser uno de los primeros argumentos del conocido externalismo semántico.

Un experimento del que, de una parte les diré, todo apunta a que el filósofo y matemático moravo Edmund Husserl (1859-1938) ya lo llevó a cabo, o al menos uno muy parecido, setenta (70) años antes. Nada nuevo bajo el sol, por tanto.

Y de otra que, desde entonces, no son pocas las variaciones que los filósofos han propuesto de él, de forma que en puridad habría que citarlo como “los experimentos mentales de la Tierra Gemela”. En fin, les dejo con mi versión del planteamiento mental de Putnam.

Versión enrocada de la ‘Tierra gemela’

El estadounidense nos hace imaginar un planeta en algún lugar remoto del universo que es idéntico en (casi) todo al nuestro, la Tierra, y al que llamaremos ‘Tierra Gemela’. De forma que no solo orbita con las mismas características astronómicas alrededor de una estrella que es idéntica a la nuestra, el Sol y que llamaremos ‘Sol Gemelo’, sino que de hecho en ella hay una contrapartida.

Un doble no solo de cada cosa existente sino de cada uno de nosotros que, por compartir, comparte hasta la misma biografía y, para los intereses que nos traen hasta hablan, al menos una parte, la misma lengua, es decir son hispanoparlantes.

Y digo casi idéntico porque, sí existe una diferencia entre ambos planetas. Como sabemos nosotros, los habitantes de la Tierra (T), a la sustancia de la que están formados arroyos, ríos, charcas, lagos, mares, océanos, etcétera, y que utilizamos para limpiar, beber o bañarnos la llamamos agua. (Continuará)

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