(Continuación) Una de las más características de la primavera es Leo, fácil de localizar hacia el sur tras la puesta de Sol, por su
forma de signo de interrogación invertido. Mirando hacia el norte de Leo, podemos
reconocer fácilmente a la Osa Mayor. Y
hacia el este de Leo, destacan las constelaciones de Virgo y del Boyero, cada
una con una estrella brillante: Spica
en Virgo y Arturo en el Boyero.
Como seguro saben, el triángulo formado por estas dos estrellas y por Régulo en Leo es conocido como el triángulo de la primavera, cuya localización
en el cielo nos proporciona un buen punto de partida para empezar a explorar el
resto de las constelaciones visibles durante esta estación. También, alrededor
de la Estrella Polar, se podrán ver a
lo largo de la noche a la Osa Menor, Dragón y Cefeo.
Acerca de la observación nocturna
Es una obviedad, pero aun así lo pongo negro sobre blanco. Para una
mejor observación en el cielo de algún fenómeno astronómico de interés, bien
sea de los predicho (eclipses) o no
(nuevos cometas), y para cualquier
época del año, deberemos escoger, preferiblemente, fechas cercanas a la Luna Nueva o Novilunio, que esta primavera les recuerdo que serán el 5 de abril,
el 5 de mayo y el 3 de junio.
Estas fechas digo, salvo que lo que pretendamos observar sea, por
razones obvias, la propia Luna. Con grandes prismáticos o con un pequeño
telescopio, dotados eso sí de un filtro lunar adecuado, podremos observar y con
gran detalle su relieve en plenilunio.
Una magnífica forma de hacerlo puede ser observándola cada noche,
mientras va aumentando su iluminación; así podrá apreciar cómo van apareciendo,
en cada sesión, nuevos accidentes orográficos. Una práctica de lo más aconsejable.
Aún sin prismáticos y en las noches oscuras de la luna nueva, se puede
intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las
estrellas Pléyades y el resto de
supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo
(Messier 1). Y con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes
de Júpiter e incluso realizar un
recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Del alargamiento de los días y el cambio de hora
Como bien sabemos por propia experiencia vital, es en esta época del año
cuando los días se “alargan” de forma más rápida, vamos que duran más. Y es que
en las latitudes geográficas que se encuentra la península, el Sol sale por las
mañanas más de un minuto antes que el día anterior, y por la tarde se pone más
de un minuto después. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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