Aunque con cierto adorno primaveral, el tatuaje corresponde nada menos
que al de una molécula de adenosin
trifosfato (ATP), también conocida de forma coloquial como la “moneda energética”
de la vida.
Cosa seria y de importancia de la que ya hemos enrocado algo, si bien no vendrá mal puntualizar
aquí que esta molécula actúa como almacen de energía, la misma que se libera en los procesos metabólicos que realizan
las células, por lo resulta de vital
importancia para su funcionamiento, siendo por tanto imprescindible para la
vida misma.
Así que una buena conjunción de tatuaje, biología y medicina. Que es como
decir Arte y Ciencia, o sea Humanidades.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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