(Continuación) Así que se aprovechó de la
enorme popularidad del fornido personaje, para darle publicidad a este vegetal
y hacer que los estadounidenses civiles comieran más espinacas en sus casas, y
que, envasadas en latas, formaran parte de los paquetes de alimentos de los
soldados en la Segunda Guerra Mundial (SGM).
Y mostrando los
efectos benéficos de la verdura, el doble objetivo se consiguió en ambos
frentes. En el civil, ya lo hemos comentado, su consumo se incrementó en un treinta
y tres por ciento (33%), y en el militar, los panfletos de inflama patriótica
llegaron a pregonar que se podría ganar el conflicto bélico, gracias a la
energía de las espinacas.
No me digan que no
tiene arte el asunto. Otra cosa, más
adelante se lo cuento, es la ciencia que
el asunto tenía o decían tener. Pero la tenga o no, lo cierto es que el pueblo
estadounidense se lo creyó a pies juntillas, lo que no está nada mal.
Sobre todo, si tenemos
en cuenta lo que les (nos) iba en ese envite social de la primera mitad del
siglo XX, a sí que bien por ese lado. Por el otro, el
que nos trae aquí, como en dicho éxito espinaquero Popeye contribuyó, y no poco,
a conseguirlo, pues también está bien. Ya se lo adelanté, estamos ante todo un superhéroe.
Paréntesis conmemorativo:
Tintín
Antes de avanzar más,
en la línea del tiempo que vincula al personaje de cómic con las espinacas, y con
su permiso, abro un paréntesis conmemorativo. Han de saber que este año del
Señor de 2019, en lo que respecta a héroes y superhéroes de la historieta europea y estadounidense de aventuras,
está plagado de aniversarios.
A
la conmemoración de las nueve (9) décadas del nacimiento del marino tuerto, le
tenemos que sumar otro personaje que comparte con él edad y estatus de iconos
de la cultura popular. Me refiero al también archifamoso Tintín, con quien se lleva tan solo una semana de diferencia y comparte
además el hecho, de haber transcendido ambos el tebeo para convertirse en iconos
populares del siglo XX.
Creado por el
historietista belga Georges Remi
(1907-1983), más conocido por el seudónimo artístico Hergé, ve la luz el 10 de
enero de 1929 en Le Petit Vingtième,
suplemento infantil y juvenil del diario belga de orientación católica Le Vingtième Siècle.
1929, el año del Crac -la más
devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados
Unidos y que dio lugar a La Gran Depresión-, es también el del nacimiento de
estos dos cracs del cómic, dos hitos fundacionales del tebeo
o noveno arte.
Que curiosamente apareció como tal en la interminable lista de las artes-por cierto, ¿cuántas artes existen?-, a propuesta
del guionista y editor de historietas francés René Goscinny (1926-1977), uno de los padres de Astérix
y del escritor francés Francis Lacassin (1931-2008).
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
¿Y qué ocurre con las espinacas? Enhorabuena por la elección y desarrollo del tema.
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