(Continuación) Para ello, tanto la Eurocámara
como el Consejo de la UE que es la
institución en la que están representados los países, deben acordar y aprobar
la nueva normativa como muy tarde en ese marzo de 2019.
Su intención es que, con la mayor antelación posible, cada país
notifique su decisión de aplicar la hora de verano o de invierno de forma
permanente, de modo que el último cambio obligatorio tenga lugar en esa fecha.
¿Y qué se piensa en España al
respecto?
Cuando en nuestro país se supo de esta determinación europea de eliminar
el cambio de hora, no sólo se reavivó el viejo debate sobre los cambios de huso horario y estacional
en España y la posible conciliación laboral, familiar y personal, sino que
suscitó el apoyo general tanto del Gobierno como de los consumidores,
sindicatos o empresarios.
Una consulta popular
no vinculante que se realizó a propósito hace unos meses, vino a decir que el ochenta
y cuatro por ciento (84%) de la muestra encuestada eligió dejar de adelantar y
atrasar los relojes dos veces al año, por lo que el Gobierno español declaró
estar dispuesto a apoyar la propuesta de la UE.
Y para ello ha creado
una comisión de expertos con el encargo de estudiar las consecuencias del
cambio de hora y así decidir con conocimiento de causa. Una especie de sanedrín
constituido por un grupo multidisciplinar de trece (13) expertos, nueve (9)
mujeres y cuatro (4) hombres, que determinarán la conveniencia de seguir
moviendo o no las manecillas del reloj dos veces al año.
Lo harán desde
diferentes campos de conocimientos (sociología, comunicación,
electromagnetismo, economía, educación, medicina, biología, ciencias de la
Tierra) y atendiendo a distintos criterios (hábitos sociales, edad media de la
población, coordenadas geográficas de nuestro país, seguridad vial y ciudadana,
ritmos biológicos de las personas, horario docente, ciclo día/noche más
adecuado, consecuencias de la cronodisrupción).
Tras su investigación
y puesta a punto, ellos nos expondrán los pros y los contras de adoptar el
horario de invierno o de verano todo el año, o de mantener a España entre los
países que se mantengan, como en las últimas décadas, moviendo las manecillas
del reloj el último domingo de marzo y el último de octubre.
¿Qué han decidido?
Cuando se produzca, tenemos hasta marzo del año que viene será sin duda una
decisión que no estará exenta de controversia y de la que, es mi opinión, saldrá
la de adoptar un horario fijo todo el año y que éste, dado que el horario de
verano favorece sobre todo a los países del norte de Europa, será el horario de
invierno, el mismo en el que acabamos de entrar. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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