(Continuación) Estamos ante la verdad
de la mentira del falso mito, la que aporta la lógica empírica del saber
popular, y sin embargo tantas veces errado. La leche se corta sí, pero eso es bueno y necesario, y lo mejor es que
lo sabemos gracias a un conocimiento cierto: el que nos viene de la mano de la ciencia académica.
Este nuevo giro acerca de la leche, la
necesidad de que se corte, y que este proceso resulte necesario, me recuerda la
situación que le traje en la primera de las entregas de la serie láctea sobre
la media falsedad de la expresión “A la
leche nada eches, que se corta”. Ya.
Pero ya sabemos que la leche se corta
de todas formas, de manera que antes de su ingesta, durante o después se puede
tomar uno lo que quiera. Conclusión a la que llegamos en la tercera entrega,
cuando les completé que Agamenón, ante
la asertiva afirmación de un ignoto sabio, “La
verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero”, le contestó con
inmediatez un inquietante: “Conforme”.
Han de perdonarme porque escribo a vuela
tecla estas líneas desde la playa, y al buscar en la librería de casa para
consultarlo, resulta que no tengo aquí ningún ejemplar del Juan de Mairena de Antonio
Machado, ya saben que el sevillano es mi poeta de cabecera.
Así que lo hago tirando de memoria -que
dicho sea de paso nunca fue muy buena y por desgracia la edad no la ha mejorado
precisamente, más bien lo contrario-, les pongo en contexto.
“La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero“
La cita es conocida de todos y no creo
que haya nadie, estoy seguro de ello, que en algún momento de su vida y por la
circunstancia que sea no la haya escuchado o leído.
De lo que no estoy tan seguro es que
todos conozcan la cita al completo, tal como la escribió Antonio, “el hermano de Manuel”,
al decir del vibórico Borges. Porque lo cierto es que ésta no se queda ahí sino
que “continúa” y dice más, mucho más.
Pertenece al libro en prosa Juan de Mairena (sentencias, donaires,
apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo) del poeta español Antonio Machado
(1875-1939), el más joven de la Generación
del 98, y cuya primera edición es
de 1936.
La podemos leer en su comienzo a modo de epígrafe y en ella podemos ver
que ante la sabia expresión, el poderoso Agamenón y uno de su porqueros discrepan
y lo hacen nada menos que sobre la verdad ¿De parte de quién está ésta? ¿Del
rey de Micenas que responde un conformista
“Conforme”, o del hombre que vive entre excrementos porcinos y le replica “No me convence”?
No olvidemos que Mairena es un socarrón incansable, un irónico preguntón que no se
plantea ni por asomo resolver los interrogantes. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar
en el blog] las palabras en negrilla
y cursiva, si desean ampliar
información sobre ellas.
Podría hacer una entrada donde recogiera todas las correspondientes a la leche. Enhorabuena por el blog.
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