"En tiempos de zozobra no hacer mudanza"

Haciendo caso del consejo ignaciano diremos que, de entrada, si bien se ha progresado en la precisión experimental, eso no significa que se hayan eliminado todas las posibles fuentes de error sistemático.

Ya les avance hace unos días algunos de ellos.

Desde errores de calibración, tanto del GPS como de los relojes que miden los haces de neutrinos que se encuentran en dos marcos de referencia distintos: terrestre y en órbita.

Hasta la dificultad intrínseca que lleva el hecho de comprobar la teoría relativista, desde el propio marco de la Teoría de la Relatividad. Un contra Dios teórico.

Sin olvidarnos por otra parte de que, sistemas tan actuales como el GPS, los teléfonos móviles o los viajes espaciales son posibles gracias a la TER de A. Einstein. Y su funcionamiento es incuestionable.

Ergo, la teoría no puede estar errada.

Como mucho estará incompleta. Lo que no deja de ser de lo más normal. Al fin y al cabo es una obra humana. Otra cosa es, claro, que lo explique todo.

Luego en absoluto la TER, uno de los mayores axiomas de la ciencia moderna, tiene los días contados.

Aunque eso sí. Ya se está preparando una nueva verificación complementaria para el próximo 2012. La primera de otras muchas.

El LHC será modernizado en 2020 y se podrán realizar hasta diez veces más colisiones. Una perspectiva esperanzadora.

De sus resultados podremos colegir si estamos delante de un error reiterado o de una revolución en la Física Moderna. Pero tengo para mí que, sea cual sea la respuesta, tendrá que transcurrir bastante tiempo antes que las cosas queden claras. Demos tiempo al tiempo.

Bien, pero, ¿qué consecuencias se podrían derivar de ser así?