domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Qué consecuencias se pueden derivar?


Pues ya les decía que una revolución teórica, que no un cambio de paradigma

Una revolución que, en ningún caso, nos permitiría decir que Einstein se equivocó. No. No, al menos, del todo.

Sólo quedarían en entredicho los límites de su teoría, la extensión de su marco interpretativo de la realidad. Lo que implicaría que habría que ampliarla, de modo que incluyera los nuevos fenómenos detectados. 

Estaríamos ante una TER que nos describiría, de forma más completa, la realidad. Algo de lo más frecuente en ciencias. No olvidemos que no existe ninguna teoría absoluta. Y hay ejemplos donde escoger.

Sin ir más lejos, en el campo de la gravedad, le pasó a la Ley de Gravitación Universal (LGU) del gran Isaac Newton, precisamente, con Einstein y su Teoría General de la Relatividad (TGR).

Previsible por tanto que le pase lo mismo a Albert Einstein con otro u otros científicos.

Nihil novum sub sole. Nada nuevo bajo el Sol, que dijo el clásico.

Pero hay otras implicaciones relativeras. Por ejemplo, viajar en el tiempo.

2 comentarios:

  1. Si lo lees bien, Carlos Roque, no defiende la TER, sólo le da el valor demostrado que tiene.
    En realidad los datos en contra no están contratado.

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