(Continuación) El
de asociar el, casi obsesivo, criterio clasificatorio de las mariposas por sus
genitales del Nabokov-científico, con la obsesión sexual del personaje
literario del Nabokov-escritor, en su novela Lolita.
No. No lo voy a
hacer. Demasiado fácil.
Nabokov y el
ajedrez
Además de por sus
significativas contribuciones al estudio de los lepidópteros, Nabokov es
conocido también como un gran aficionado de un juego que también es considerado
deporte y ciencia. Lo que se dice un tres en uno.
Es otra pasión
que hereda de su padre: el amor por el ajedrez.
Una afición que
le lleva a convertirse en un notable ajedrecista, un teórico de la problemática
del ajedrez e, incluso, a escribir una novela sobre el mundo de esta actividad
del intelecto humano, ´La defensa’
(1930).
Es su primera novela
famosa y en ella nos habla de un gran ajedrecista de apellido Luzhin, quien llegó a convertirse en
uno de los mejores jugadores de la década de los 30 del siglo XX, época en que
está ambientada la historia.
El título de la
obra guarda relación con un método de defensa, que estaba elaborando el
protagonista de la novela para sorprender a su más fiero competidor, el
italiano Turati. Como novela su
lectura es recomendable.
Por cierto que es
de una de las jugadas del ajedrez, uno de los juegos más antañones que se
conocen, de donde toma este blog parte de su nombre. El enroque es la única
jugada en el ajedrez en la que se mueven dos piezas a la vez, el rey y la
torre. Ya saben cómo.
El rey avanza
dos casillas en dirección hacia la torre con la que se enrocará y la torre se
coloca a la par del rey saltando sobre él. Ambos movimientos son una sola
jugada.
Pues de igual
forma, quien les habla, intenta conjugar Ciencias y Artes en el mismo blog,
EnroquedeCiencia. Algo que por cierto realizo con suerte desigual.
Y eso que unas
veces lo intento con el enroque largo y otras con el largo. Pues nada. En fin.
Nabokov y el
cine
Pero como ya
hemos comentado, sin lugar a dudas, la novela que le da fama universal a este
escritor es ‘Lolita’, publicada en
París en 1955, mismo año en el que muere el físico Albert Einstein, y que desde su publicación, fue tachada de
pornográfica.
De hecho fue
prohibida en Francia e Inglaterra y hasta tres años más tarde no pudo
publicarse en los Estados Unidos. Estos estadounidenses siempre tan puritanos, ellos,
en público.
Evidentemente el
autor no piensa así, cuando pone en boca de su personaje: "...lo ofensivo no suele ser más que un sinónimo de lo
insólito".
Puede que sea
así, pero la historia es la que es. Y gira en torno a la relación de un hombre
maduro con una niña de tan solo 12 años.
Un retrato de la
sociedad americana a través de la metáfora de un viaje, en la que un hombre de
mediana edad se enamora y sostiene una relación con una adolescente.
Una aproximación más al polémico tema de la pedofilia. Terreno más que resbaladizo, en casi cualquier cultura y época. (Continuará)
¿Pero este blog no es de ciencia?
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