domingo, 16 de octubre de 2011

Vladimir Nabokov, el novelista de las mariposas y el ajedrez (IV)


(Continuación) El de asociar el, casi obsesivo, criterio clasificatorio de las mariposas por sus genitales del Nabokov-científico, con la obsesión sexual del personaje literario del Nabokov-escritor, en su novela Lolita.

No. No lo voy a hacer. Demasiado fácil.

Nabokov y el ajedrez
Además de por sus significativas contribuciones al estudio de los lepidópteros, Nabokov es conocido también como un gran aficionado de un juego que también es considerado deporte y ciencia. Lo que se dice un tres en uno.

Es otra pasión que hereda de su padre: el amor por el ajedrez.

Una afición que le lleva a convertirse en un notable ajedrecista, un teórico de la problemática del ajedrez e, incluso, a escribir una novela sobre el mundo de esta actividad del intelecto humano, ´La defensa’ (1930).

Es su primera novela famosa y en ella nos habla de un gran ajedrecista de apellido Luzhin, quien llegó a convertirse en uno de los mejores jugadores de la década de los 30 del siglo XX, época en que está ambientada la historia.

El título de la obra guarda relación con un método de defensa, que estaba elaborando el protagonista de la novela para sorprender a su más fiero competidor, el italiano Turati. Como novela su lectura es recomendable.

Por cierto que es de una de las jugadas del ajedrez, uno de los juegos más antañones que se conocen, de donde toma este blog parte de su nombre. El enroque es la única jugada en el ajedrez en la que se mueven dos piezas a la vez, el rey y la torre. Ya saben cómo.

El rey avanza dos casillas en dirección hacia la torre con la que se enrocará y la torre se coloca a la par del rey saltando sobre él. Ambos movimientos son una sola jugada.

Pues de igual forma, quien les habla, intenta conjugar Ciencias y Artes en el mismo blog, EnroquedeCiencia. Algo que por cierto realizo con suerte desigual.

Y eso que unas veces lo intento con el enroque largo y otras con el largo. Pues nada. En fin.

Nabokov y el cine
Pero como ya hemos comentado, sin lugar a dudas, la novela que le da fama universal a este escritor es ‘Lolita’, publicada en París en 1955, mismo año en el que muere el físico Albert Einstein, y que desde su publicación, fue tachada de pornográfica.

De hecho fue prohibida en Francia e Inglaterra y hasta tres años más tarde no pudo publicarse en los Estados Unidos. Estos estadounidenses siempre tan puritanos, ellos, en público.

Evidentemente el autor no piensa así, cuando pone en boca de su personaje: "...lo ofensivo no suele ser más que un sinónimo de lo insólito".

Puede que sea así, pero la historia es la que es. Y gira en torno a la relación de un hombre maduro con una niña de tan solo 12 años.

Un retrato de la sociedad americana a través de la metáfora de un viaje, en la que un hombre de mediana edad se enamora y sostiene una relación con una adolescente. 

Una aproximación más al polémico tema de la pedofilia. Terreno más que resbaladizo, en casi cualquier cultura y época. (Continuará)

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