
La palabra gay fue escogida por la comunidad homosexual masculina de San Francisco (California, EEUU) para referirse a sí mismos.
Es decir, a diferencia de homosexual, gay, es una palabra que nació ya con una connotación positiva.
Se refiere, casi en exclusividad y dentro del género masculino, a aquellos que aceptan su género biológico. Por tanto no se aplica ni al transformista, ni al travesti ni al transexual.
Un apunte más con carácter de anécdota ligada al mundo del cine. En EEUU la primera vez que se utilizó públicamente el vocablo gay, como sinónimo de homosexual masculino, fue en el cine.

En ella gay se utiliza en su significado moderno, es decir, para referirse a una orientación homosexual. Todo un referente.
Y para acabar hablemos de lesbiana.
Lesbiana
Es el vocablo empleado en la actualidad, para referirse a las mujeres homosexuales, si bien no siempre ha significado lo mismo.Etimológicamente deriva del nombre de la isla griega de Lesbos, hogar en el siglo V a.C. de la poetisa Safo. De quien sabemos, por los escritos que se han conservado, que vivía rodeada de un grupo de mujeres jóvenes que la cuidaban e instruían en todo tipo de artes.
En la escasa poesía que se ha conservado de la poetisa, se refleja la vida diaria de las mujeres, sus relaciones y rituales. Se centraba en la belleza femenina y proclamaba su amor por las jóvenes.
Una poetisa del amor y la belleza pues, la señora Safo.

Es decir lesbianismo es un topónimo, como sevillano/a.
El actual significado de lesbiana, en realidad, es un constructo reciente del recién pasado siglo XX.
Aunque la homosexualidad femenina se ha encontrado en muchas culturas a lo largo de la historia, no ha sido hasta hace bien poco, cuando la palabra lesbiana ha comenzado a describir a un grupo de personas.
Si bien el término lesbianismo ya está documentado en 1870, para describir la relación erótica entre mujeres, no es hasta 1890, cuando la palabra es usada en un diccionario médico como adjetivo para describir el tribadismo o amor lésbico.
A saber, gratificación sexual de dos mujeres a través de la simulación del coito.
Con posterioridad, ya a principios del siglo XX, el término era intercambiable con sáfica y safismo. Y hacia 1925, el uso de lesbiana en la literatura médica, comenzó a ser frecuente. Aparece documentada como un sustantivo para referirse al equivalente femenino de un sodomita.

Al menos así lo veo yo. Aunque no les debo ocultar que hay quien piensa que lo que les digo es una redundancia. Ya ven.
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