miércoles, 15 de octubre de 2025

Premios Nobel de Ciencia, 2025 (y 3)

(Continuación) Sí, claro que había continuidad en esta pequeña, nobelera y científica saga. No en vano la economía está considerada como una ciencia más que, de acuerdo, es social, pero ciencia al fin y al cabo al utilizar métodos de observación, inducción y deducción, es decir científicos.

Aunque, por otro lado, no es menos cierto que las variables incontrolables que intervienen en ella dificultan, y no poco, la experimentación rigurosa y la predicción exacta; así que, como en los toros, división de opiniones.

Dicho lo cual existe un Nobel de Economía sobre el que los puristas tienen sus reservas en cuanto de su nominación y es que, de acuerdo, no es un “pata negra”; no, no forma parte de la “manita” de originales que, para principios del siglo XX, aparecían establecidos en el testamento del sueco Alfred Nobel (1833-1896), a saber, física, química, medicina y fisiología, literatura y paz.

Un premio que fue instituido en 1968 por el Sveriges Riksbank, Banco Central de Suecia, para celebrar su tercer (3.º) centenario y que viene otorgándose desde el año siguiente, 1969, hasta nuestros días aunque el nombre correcto de este sexto galardón de la discordia sea Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel. Lo apunto para “ofendiditos”

Premio Nobel de Economía

Y, por último, yendo a lo mollar, anteayer lunes 13 de octubre se anunciaba, también sobre mediodía (horario peninsular) y de modo compartido, el cuarto de los galardones de ciencias, que este año ha recaído sobre este trío de economistas compuesto por: el holandés Joel Mokyr (1946), el francés Philippe Aghion (1956) y el canadiense Peter Howitt (1946) por ‘explicar cómo la innovación impulsa el crecimiento económico sostenido’.

En realidad, el premio está dividido en dos partes: una para Mokyr, ‘por haber identificado los prerrequisitos para el crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico’, y la otra, conjuntamente, para Aghion y Howitt, ‘por la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción creativa’. Así son las cosas.

Un reparto de reconocimiento científico que también lo es monetario pues resulta que la mitad de las coronas suecas son para Mokyr, mientras que la otra se la reparten Aghion y Howitt; en total unos 934 000 € al cambio para los tres.

En realidad, este único galardón de los seis en el que no pensó el magnate sueco a todos los efectos es como los demás y se entrega junto a ellos el 10 de diciembre, aniversario de su muerte en 1896. Creo, espero que no me falle la memoria, que es el único junto con el de Física que nunca ha tenido un ganador hispanoamericano (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

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