(Continuación) Es el tercer y último reconocimiento en la ciudad que le traigo del ilustre utrerano, y está ubicado en el Panteón de Sevillanos Ilustres donde una pequeña placa conmemora el lugar de reposo de sus restos desde que, en 1868, fueran traídos de la capilla de Santa Catalina de la iglesia de San Miguel, al ser ésta destruida.
El susodicho panteón es la antigua cripta del Templo de
la Anunciación con acceso por la actual Facultad de Bellas Artes, junto a la
puerta lateral del Templo, que comunicaba la iglesia con el claustro de la Casa
Profesa de la Compañía de Jesús.
Como su nombre indica en él se encuentran las tumbas de
algunos de los sevillanos más significados y entre ellos, sin ánimo de ser
exhaustivos ni intención de ser excluyentes, los de Arias Montano, Mateos
Gagos, Lecha-Marzo, Alberto Lista, por supuesto Rodrigo
Caro y otros tantos, todos ellos sevillanos pertenecientes a este, digamos,
muy selecto e ilustrado club.
Los mismos que si no han aparecido ya por esta tribuna, no dude que no tardarán en hacerlo; y mientras esto sucede, volvemos con nuestro utrerano y sus diversas aportaciones humanísticas.
‘Días
geniales o lúdricos’ (1626)
Es quizás la segunda y más significativa de sus obras
junto con ‘Canción a las ruinas de Itálica’, de la que sabemos estaba ya
compuesta en 1626 por lo que va camino de cumplir su cuarto (4.º) siglo de
existencia confirmado.
Una pieza indispensable y casi única en su género pues
viene a ser un tratado antropológico en el que se recogen numerosos juegos (hasta
sesenta y cinco corporales), tradiciones, bailes, deportes y canciones
populares que se podían sentir en las calles de la Sevilla del siglo XVII,
tanto de adultos como de niños; así que estamos ante un más que amplio
muestrario de material folclórico.
En sus páginas también trata a la tauromaquia y sus orígenes, que para Caro por supuesto no son romanos, estas actividades físicas taurinas ya existían en el periodo helénico, sino que él las considera más antiguas al asociarlas con los caballeros de Tesalia que “eran muy diestros en esto”, aunque vaya usted a saber.
Lo digo porque otras interpretaciones las hacen
corresponder más a festejos rituales religiosos que a simples diversiones o
entretenimientos y, en casi todos los casos están contextualizadas en el ámbito
de las venaciones de las luchas entre fieras.
Venaciones en la acepción gramatical de relacionadas con
la venatio de la Antigua Roma, nombre que recibían los
espectáculos que se celebraban en el circo o en el anfiteatro y en el que
intervenían animales exóticos y salvajes. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 21 de abril de 2025, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.
ÍNDICE




No hay comentarios:
Publicar un comentario