(Continuación) Para lo que sí dan los divertidos Ig Nobel, a diferencia de los sesudos Nobel, es para que los de Cambridge puedan conceder su premio a título póstumo, algo que ya sabe está vetado a los de Suecia. Un motivo más para que los conozcan como los Anti Nobel.
Es el caso de la nueva especialidad que
se asoma hoy negro sobre blanco, acerca de un chocante experimento a cargo de
dos científicos empeñados en saber qué factores hacen que una vaca dé leche. Le
cuento.
Premio de Biología
A título póstumo los científicos Fordyce
Ely y William E. Petersen lo han recibido este año por su trabajo ‘Factors
Involved in the Ejection of Milk’ publicado en Journal of Dairy Science
(1939).
O “Factores involucrados en la eyección de leche” donde describen el insólito método empírico que utilizaron, primero, para confirmar su hipótesis sobre la diferencia existente entre segregar leche, de forma controlada, y eyectar leche, de forma incontrolada, por ejemplo, por un susto.
Y segundo, para demostrar que el
control nervioso de una eyección es indirecto, provocado por un equilibrio
establecido entre la adrenalina producida naturalmente por la glándula
suprarrenal y la oxitocina producida por la glándula pituitaria.
Y como susto, en este estudio sobre el
control nervioso de emisión lechera, no se les ocurrió otra cosa que hacer
explotar una bolsa de papel cada diez segundos (10 s), cerca de un gato colocado
de pie sobre el lomo de una vaca y ver cómo y cuándo reaccionaba la vaca ante
tal impulso sonoro.
Resultado. Ninguna vaca expulsó leche por el susto, es decir que el gato era irrelevante para la investigación por lo que lo dejaron suelto y volvieron a la vaca.
Observaron que las ubres no volvieron a
dar leche hasta treinta minutos (30 min) después del trauma, “aunque la
glándula todavía estaba relativamente dura, pero considerablemente más relajada
que en el momento del miedo”.
Entonces se las inyectó bien pitocina
(oxitocina sintética) o bien pitresina, (vasopresina sintética), logrando que expulsaran leche a
los treinta segundos (30 s) con un contenido en grasa del 18 % al 25 % y siendo
mayor la cantidad con la primera.
Conclusión. La eyección de la leche es resultado de un reflejo condicionado y está controlada por el sistema nervioso. Sin duda un estudio divertido pero curioso, recuerde el lema reír para después reflexionar. Por si quiere saber más https://doi.org/10.1093/ansci/1939.1.80
Por cierto, en la actualidad algunas de
las hormonas citadas ya no están permitidas en la industria lechera, solo se
pueden usar bajo prescripción veterinaria para solventar ciertos problemas de
salud del animal. Las ciencias avanzan que es una barbaridad, que decía don Hilarión.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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