Ingrávido y libre. Desmontando la fotografía: ‘Canary Station’

(Continuación) Como astronauta de la NASA durante años, el estadounidense McCandless cumplió otros servicios de apoyo espaciales en los programas Apolo y Skylab.  

McCandless II, capcom de Armstrong

Entre otros fue comunicador de cápsula o capcom, el encargado de la comunicación con los astronautas desde el centro de control de la misión en la Tierra, y como tal tuvo diferentes funciones y en varias misiones.

Supervisaba que los experimentos se realizasen correctamente, facilitaba videoconferencias entre los miembros de la tripulación y sus familiares en la Tierra y, en algunas ocasiones, permitía interactuar a los astronautas con varias escuelas estadounidenses.

En concreto, él sería el capcom durante el primer paseo lunar de Neil Armstrong en la misión Apolo 11, quince años antes que el espacial suyo; sus palabras, “Neil, this is Houston. We’re copying”, fueron las primeras que escuchó un ser humano sobre la superficie de otro mundo. Unas palabras que fueron oídas gracias al fundamental papel que jugó la estación de Maspalomas en Gran Canaria.

‘Canary Station’

A 6300 km de Cabo Cañaveral la estación, que ya había sido clave en los primeros éxitos de la carrera espacial de EEUU por su posición privilegiada en el Atlántico, fue la primera en establecer contacto con los astronautas tras los 18 min 18 s críticos que siguieron al lanzamiento ese 21 de julio de 1969.

- McCandless: “Apolo 11. Aquí Houston a través de Canarias. Cambio”.

- Armstrong: “Entendido. Le recibo alto y claro. Nuestra lista de comprobación de inserción está completa y no tenemos anomalías”.

En esos momentos la estación de Maspalomas, en la que colaboraban 74 españoles, no solo posibilita las comunicaciones con los astronautas, sino que cuenta con sistemas que le permiten tomar todo tipo de datos clave para el buen funcionamiento de la misión.

Velocidad de la nave, distancia a la Luna, trayectoria seguida y a seguir, ..., hasta información de las constantes vitales de sus tripulantes. Perdone esta digresión de cósmico orgullo patrio.

A propósito de Armstrong y su paseo lunar, y como escribió el mismo McCandless en 2015, fue a través de este servicio de control de la misión que pudo comunicarse con su esposa; en sus propias palabras: (Continuará)

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