viernes, 12 de julio de 2024

Campos electromagnéticos y coches eléctricos (2)

(Continuación) Es más, supimos que cuando el cuerpo humano se expone a la luz solar directa y absorbe la radiación ultravioleta, o a una radiografía, se somete a una radiación ionizante cuya energía sí puede causar un daño notable. Precaución.

Como recordamos de los tiempos escolares la radiación ionizante es un tipo de energía que liberan los átomos bien en forma de ondas electromagnéticas -rayos gamma (γ) o rayos equis (X)- o en forma de partículas -alfa (α), beta (β) o neutrones (n)-, y provienen del material radiactivo, los equipos de alto voltaje, las reacciones nucleares o las mismas estrellas.

En 2002 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaba un informe sobre los efectos que los campos eléctricos y magnéticos tienen en el cuerpo humano señalando que, “había poca evidencia experimental y ninguna teórica de que las mutaciones pudieran ser causadas directamente por los campos electromagnéticos ELF.

O frecuencias extremadamente bajas (ELF por su nombre en inglés, Extremely Low Frequencies), aquellas que se encuentran en el intervalo de 3 a 30 Hz. ¿Es perjudicial tener wifi en casa? (1) ; ¿Es perjudicial tener wifi en casa? (y 2).

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Dicho estudio concluía que “hay poca evidencia de que los campos eléctricos o magnéticos ELF puedan causar la transformación maligna de las células en cultivo”, a la vez que afirmaba “los campos eléctricos y magnéticos estáticos y los campos eléctricos de frecuencia extremadamente baja no son clasificables como cancerígenos para los humanos”.

Es decir, no hay prueba alguna pero como en ciencia de entrada no hay nada imposible y la ausencia de prueba no es nunca prueba de la ausencia, la idea de que tales campos eléctricos y magnéticos pueden plantear posibles problemas de salud se mantuvo sin ser definitivamente desacreditada ni confirmada.

De ahí que unos años después, en 2005, apareciera otro estudio éste publicado por el Dr. Gerald Draper y su equipo de la universidad de Oxford afirmando haber detectado un vínculo directo entre la proximidad de las líneas eléctricas y algunos tipos de cáncer en las personas que vivían a menos de 200 m de dichas líneas.

Un tema preocupante de ser cierto, pero no lo era, el estudio fue muy criticado en ese momento por su falta de rigor y no influyó en la comunidad científica para cambiar su opinión general sobre el asunto. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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