‘Agar Art’. Otros objetivos y placas

(Continuación) Lo que nos lleva a los objetivos del concurso artístico-científico. Entre otros y de entrada, aunar a científicos y público interesado en la microbiología, normal; seguido del hecho de proporcionar un ámbito para la creatividad tanto de expertos como de aficionados, natural; o resaltar la belleza y diversidad del mundo microbiano, su campo de trabajo, humano.

Por último y no por ello menos importante, contribuir a eliminar los prejuicios que la sociedad tiene sobre bacterias y virus. Unos microbios entre otros muchos que a menudo se ven negativamente, debido a su asociación con la enfermedad, pero lo cierto es que muchos de ellos son esenciales para la vida en nuestro planeta, incluido la de los humanos. Un objetico educador

Y seguimos con una nueva muestra más, mezcla humana de arte, ciencia y ciencia ficción, junto a otra nota cultureta.

Placa ‘TARDIS’

Toda una maravilla y magnífico ejemplo de que algunos microbiólogos, además de lo suyo que ya es, también pueden ser fans de Doctor Who (1963), ya sabe, la serie británica de ciencia ficción; un cultivo al que además añaden un ‘dalek’ para completar la composición. No me diga.

Por si anda perdido ‘TARDIS’ (Time And Relative Dimension In Space, Tiempo y Dimensión Relativa en el Espacio) es una nave espacio-temporal de la serie, con la forma de las legendarias cabinas de policía británicas de los años sesenta, y muchísimo más grande por dentro que por fuera.

Y los ‘daleks’ son una raza mutante extraterrestre ficticia de la misma ficción; ‘cyborgs’ hechos a partir de sus formas originales, o también ‘cíborg’ (del acrónimo en inglés: cyber y organism, ‘organismo cibernético’) una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos.

Nota cultureta: Agar

Se trata de un polisacárido sin ramificaciones obtenido de la pared celular de varias especies de algas. La palabra agar proviene del malayo agar-agar, que significa “jalea” y también es conocido con otros nombres: “gelosa”, “gelosina”, “gelatina vegetal”, “gelatina china” o “gelatina japonesa”.

Desde el punto de vista químico es un polímero de subunidades de galactosa, C₆H₁₂O₆, aunque en puridad se trata de una mezcla heterogénea de dos clases de polisacáridos, agaropectina y agarosa y sobre él se han cultivado algas y geles desde tiempos antiguos, en países de Extremo Oriente.

No fue hasta mediados del siglo XIX que llegó a Europa, y en la actualidad tiene múltiples aplicaciones en: industria alimentaria y cocina, salud y, sobre todo, como soporte de cultivo en microbiología (agente gelificante) para el crecimiento de bacterias, hongos y virus bacteriófagos, presentando una doble ventaja. (Continuará)

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