Está situada en el extremo sur del Casco Antiguo de nuestra ciudad, extramuros ya y en un espacio que lleva por nombre Plaza o Glorieta de Don Juan de Austria; se lo refiero así consciente de que es probable que algún lector no termine ni de identificar a una ni de localizar a otra.
De modo que, para empezar bien le sitúo, el lugar es el
conformado por la confluencia de la calle San Fernando y las avenidas del
Cid, Carlos V y Menéndez Pelayo, seguro que ahora sí, y para
más datos su CP es el 41004.
De la
Plaza
De ella le diré que, con forma de rotonda, tiene una
longitud de 144 m y es uno de los nudos de circulación más importante de la
ciudad dada su situación junto a: la antigua Fábrica de Tabacos, sede actual
del Rectorado de la Universidad; el edificio principal de la Audiencia de
Sevilla y, muy próxima al Parque de María Luisa.
Un espacio que con anterioridad formaba parte del Prado de San Sebastián y comenzó a tener nombre propio tras la construcción en 1759 de una puerta de la ciudad, conocida primero como Nueva, y en 1848 como de San Fernando.
Tras la construcción de una estructura metálica elevada o
pasarela sobre el cruce del eje Menéndez Pelayo, Cid y San Fernando-Carlos V en
1895, el lugar se popularizó con el término Pasarela o Pasadera,
y jocosamente “Pasa lila” (¿sabe usted por qué?), habiendo conservado el
primero de ellos hasta nuestros días a pesar de la rotulación oficial aprobada
en 1928.
Y una vez ubicada la plaza vayamos a la fuente que la
preside que, casi seguro, usted conoce como “la de la Pasarela”, cómo se va a
llamar si no, si hasta aún existen alguna que otra tienda y hotel, que llevan ese
nombre.
De la
fuente
Inaugurada en 1929, el mismo año en el que se celebró la Exposición Iberoamericana en la ciudad, fue construida por el escultor sevillano Manuel Delgado Brackenbury (1882-1941) y consta de una alberca que recoge el agua que cae de tres cuerpos superiores a diferentes alturas con forma de veneras cada vez más pequeñas según se asciende.
En el tramo comprendido entre el primer y segundo cuerpo
hay cuatro esculturas femeninas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales,
que representan las cuatro estaciones del año y le dan nombre; así que el
monumento viene a ser como una especie de oda sevillana a los cambios
astronómicos.
Hacia el Norte, mirando a la Avenida de Menéndez y
Pelayo, una joven desnuda con flores representa a la Primavera; hacia el
Este, mirando a la Avenida de Carlos V, una joven en túnica corta con una hoz y
unas espigas representa al Verano.
Hacia el Sur, mirando a la Avenida del Cid, una joven también en túnica corta y con un racimo de uvas representa el Otoño; y hacia el Oeste, mirando a calle San Fernando, una joven en túnica larga con una rama de hojarasca representa el Invierno. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 30 de octubre de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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