jueves, 19 de octubre de 2023

POSTUREO LECTOR. ‘El guardián entre el centeno’, ‘La broma infinita’, ‘Trampa 22’, …

 (Continuación) Magnífico, magnífico el karenino final del ruso.

10.- El guardián entre el centeno, 1951

Del escritor estadounidense J. D. Salinger (1919-2010)​ conocido casi exclusivamente y desde el mismo momento de la publicación de su única novela El guardián entre el centeno (“The Catcher in the Rye” en inglés).

Todo un clásico de la literatura moderna estadounidense en el que destaca su estilo de narración en primera persona o intradiegético -el narrador forma parte del relato contado, es decir, que es al mismo tiempo narrador y personaje dentro de la historia: actúa, juzga y tiene opiniones sobre los hechos y los personajes que aparecen-.

Y claro su comienzo: “Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso.”. Qué me dice.

11.- La broma infinita, 1996

Es del escritor estadounidense David Foster Wallace (1962-2008), se trata de un voluminoso ejemplar de más de mil páginas con centenares de notas al pie, y es uno de los libros más posmodernos de la literatura, que no pocos dudan en calificar como una especie de broma infinita y sin gracia de su malogrado autor que, acabó suicidándose.

Por lo tengo leído estamos ante uno de los libros más abandonados nada más empezarlo, por lo que me sorprende que su final se cuente entre los más conocidos:

- No espero consejos ni ayuda. Yo ya creo que debo hacerlo. He aceptado mi mandamiento judicial. Creo que no tengo otra opción. Pero no puedo hacerlo. He sido incapaz de hacerlo.

- Está predispuesto, quizá.

- Aún no he estado predispuesto. Aún. Quiero subrayar lo de «aún». En fin.

12.- Trampa 22, 1961

Del novelista estadounidense Joseph Heller (1923-1999), sí celebramos el centenario (100.º) de su nacimiento, su acción transcurre durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial; convertido en libro de cabecera del movimiento pacifista de los años sesenta, es todo un modelo de humor negro y absurdo en la literatura estadounidense de la que para muchos es, probablemente, su mejor novela. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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