(Continuación) Dado que la letra E de la sigla IES del titular es de Educación y es evidente, yo al menos lo veo así, que a los centros escolares los alumnos deben acudir para recibir primordialmente conocimiento, es decir enseñanza (la educación viene ya con uno de casa), desde esta tribuna pretendidamente divulgadora ponemos nuestro granito de arena en dicho afán enseñante.
Autor de
literatura científica
Aunque no son pocos los estudiosos que consideran a Julio
Verne como el “padre de la ciencia ficción”, otros muchos son más bien de
la opinión que en realidad él nunca quiso cultivar ese género literario y, de
hecho, lo catalogan como un autor de literatura
científica. Como un divulgador de ciencias interesado en aproximar, en hacer
accesibles al público en general, los nuevos conocimientos científicos y sus
admirables aplicaciones técnicas.
Y lo hace con un especial y loable deseo, el de acelerar
el progreso y la liberación de la humanidad, lo que está bien sin duda; lo malo
es que como bien sabemos, por desgracia, el progreso no siempre es sinónimo de
avance y de la liberación qué quiere que le diga.
Un empeño le decía, que Verne lleva a cabo anticipando en sus novelas novedosos inventos tecnológicos, sorprendentes sucedidos históricos o futuros descubrimientos y hallazgos científicos que terminarían por asombrar al mundo, mucho tiempo después de su muerte, dado el extraordinario acierto con el que lo hace. (‘El porvenir no me inquieta; lo que es duro a veces es el presente’).
Algunas
anticipaciones vernianas
Solo a modo de muestra le dejo con un listado de estas
anticipaciones y las obras donde aparecen descritas, que seguro estoy le
sonarán: helicóptero, ‘Robur el Conquistador’; internet y motores de
explosión, ‘París en el siglo XX’; submarino y motores eléctricos, ‘20.000
leguas de viaje submarino’ y ‘La isla misteriosa’.
Descubrimiento de las fuentes del Nilo, ‘Cinco semanas en globo’; armas de destrucción masiva, ‘Ante la bandera’ y ‘Los quinientos millones de la Begún’; grandes transatlánticos y muñecos parlantes, ‘Una ciudad flotante’. Naves espaciales, ‘De la Tierra a la Luna’ y ‘Alrededor de la Luna’; conquista de los polos, ‘Las aventuras del capitán Hatteras’, ‘La esfinge de los hielos’ y ‘20 000 leguas de viaje submarino’.
Gobiernos totalitarios, ‘Los quinientos millones de la
Begún’; ascensor, ‘La isla misteriosa’; medios de transporte que
viajan a una velocidad de 1500 km/h, ‘En el siglo XXIX: La jornada de un
periodista americano en el 2889. Y no le canso, pero ya ve que dicha labor está
entre literaria y divulgativa, mitad y mitad.
A
propósito de Verne y su obra. Anticipación científica
Dejando a un lado, y por ahora, al hombre, de la obra sí
me gustaría destacarle algún que otro detalle. Por ejemplo, no es correcto ni
ajustado a la verdad catalogar sus novelas de aventuras como “literatura
profética”, ya que en realidad se trata de anticipación en materia científica,
de una extraordinaria anticipación. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 17 de abril de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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