(Continuación) Nada más caer la noche, comienzan a aparecer las estrellas más brillantes siendo más fácilmente identificables unas que otras.
Otras observaciones: algunas constelaciones y
asterismos
Entre las primeras se encuentra el triángulo formado por Altair de la constelación del Águila, Deneb de la constelación del Cisne y Vega de la constelación de la Lira. Es el denominado “triángulo del verano” y, en puridad, no es una constelación sino un asterismo pues combina estrellas de diferentes constelaciones en un popular patrón estacionario reconocible desde la Tierra.
Alrededor de la estrella
Polar se verán, a lo largo de la noche, las constelaciones de Casiopea, Cefeo,
el Cisne, el Dragón y las dos Osas. También serán visibles de Este a Oeste,
Pegaso, el Águila, la Corona Boreal y la Cabellera de Berenice.
Y cerca del horizonte podremos observar a lo largo de la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta última ya casi al amanecer. Hacia el sur, son típicas del verano las constelaciones de Escorpio, con la brillante y rojiza estrella Antares, y Sagitario, cuya posición indica aproximadamente el centro de la Vía Láctea. Una auténtica maravilla.
Duración del día
Si denominamos de forma
coloquial duración del día, al tiempo que transcurre entre la salida y la
puesta del Sol en un lugar dado, ayer miércoles 21 de junio fue el de mayor duración de este año aunque, como es sabido, la diferencia
de horas entre el día y la noche depende de la latitud del lugar, siendo nula (0 h) en el ecuador y extrema (24 h) entre
los círculos
polares y los polos.
Para la latitud de Madrid,
el día del solsticio de junio tendrá luz 15 h y 3 min, a comparar con las 9 h y
17 min que tendrá el día más corto, el próximo solsticio de diciembre. La
diferencia entre ambos días, el más largo y el más corto, será por tanto de
casi seis horas, un valor que disminuye a medida que nos acercamos al ecuador,
mientras que en los polos terrestres la diferencia es máxima.
Es precisamente por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año (alrededor del 21 de junio) se da el fenómeno del sol de medianoche, en el que el astro es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día. En la Antártida ello ocurre alrededor del 21 de diciembre.
Salida y puesta del Sol
Se podría pensar que el
día más largo del año, el del solsticio de verano, sea también aquel en el que
el Sol salga más pronto y se ponga más tarde, un razonamiento lógico y creíble pero
incierto. No, no es así, si bien no es menos cierto que no va descaminado el
pensamiento.
Porque es alrededor de
esta fecha donde se encuentran los días en el que el Sol sale más pronto y se
pone más tarde, unas circunstancias a que: (a) la órbita de la Tierra alrededor
del Sol no es circunferencial sino elíptica y (b) el eje de la Tierra está
inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
Tan completo como siempre.
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