(Continuación) Un saber popular “contra-refrán”, el de ‘Cuando el grajo sube, no se ve ni una nube’, que hasta cierto punto tiene también su soporte de saber científico pues toda mentira, sabido es que en su interior alberga una parte de verdad y viceversa. De la verdad de la mentira y de la mentira de la verdad, una afirmación que podemos hacer de otros tantos refranes, meteorológicos o no, y de los que existen un muy amplio y variado espectro.
Refraneros meteorológicos
Va desde ‘Por los Santos,
la nieve en los altos; por San Andrés, la nieve en los pies’, este dicho alude al hecho de que, en torno al 1 de noviembre, comienza a nevar en las cotas altas y, hacia el 30 de noviembre, puede hacerlo en las cotas bajas.
O ‘El
veranillo de San Martín, dura tres días y fin’,
un santo cuya festividad se celebra entre ambas fechas (11 de noviembre) y en la
que se produce un breve periodo de tiempo bonancible. Hasta ‘Año de nieves, año de bienes’, por aquello de que se llenan los acuíferos
y esto
es beneficioso para la agricultura.
Y ‘Ande yo caliente, ríase la gente’, ya sabe, lo que se suele decir cuando preferimos nuestro propio gusto o comodidad antes que el de la opinión de los demás o los convencionalismos sociales.
Pasando por ‘Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo’ y ‘Frío en invierno y calor en verano, eso es lo sano’, vamos lo que vienen siendo los rasgos característicos de estas estaciones. Vamos que hay donde escoger en este prontuario de paremiología comparada.
La verdad de la mentira. Acústica
De todos es conocido que ciertos
animales tienen extraordinariamente desarrollados algunos de sus sentidos, y así
está demostrado que perros, gatos y aves escuchan frecuencias (f) más altas,
tonos más agudos, que los humanos.
De los tiempos escolares recordar que el tono es una propiedad del sonido que está relacionada con la frecuencia (f) con la que vibran las partículas del medio, una magnitud física que mide el número de repeticiones de un fenómeno por unidad de tiempo (s-1).
En el Sistema Internacional de Unidades (SI) se mide en hercio o hertz, de símbolo Hz y llamada así en honor al físico alemán Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894). Desde la perspectiva humana, un valor alto de frecuencia se corresponde con un sonido de “tono agudo”, y otro de valor bajo con un sonido de “tono grave”.
De forma que si una frecuencia está por debajo de veinte hercios (< 20 Hz) se clasifica como infrasonido y si está por encima de veinte mil (>20 000 Hz) como ultrasonido. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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