(Continuación) En recuerdo del extraordinario sucedido que tuvo lugar justo enfrente -entonces Muelle de Mulas y hoy pista de fútbol sala en las Instalaciones Deportivas del Real Círculo de Labradores- la placa de marra de la otrora pequeña ermita marinera reza un evocador texto.
De la placa de mármol de la calle Juan Sebastián Elcano
Uno que se puede leer no sin cierta dificultad pues anda algo ‘olvidadita’ de cuidados:
“El día 10 de agosto de 1519 salieron de esta margen
del Guadalquivir y sitio llamado Puerto de Mulas las naves Trinidad, San
Antonio, Concepción, Santiago y Santa María de la Victoria regidas por Hernando
de Magallanes con el intento de hallar el Estrecho que ponía en comunicación el
mar del Sur con el mar del Norte.
El día 8 de septiembre de 1522 logrado aquel
grandioso empeño la Santa María de la Victoria gobernada por Juan Sebastián del
Cano regresó sola y maltrecha a la misma margen en el mismo puerto, después de
haber dado por primera vez la vuelta al mundo.
¡Gloria perdurable a los valerosos nautas que coronan la más portentosa empresa de la raza española! La ciudad de Sevilla les erige este mármol promesa de otro más digno monumento. 12 de octubre de MCMXIX”.
Consideraciones al texto
Un texto de cuya redacción convendría destacar: 1)
No se menciona uno de los objetivos pretendidos por conocido, el comercial de
las especias (azafrán, canela o clavo), entonces un cargamento tan valioso o
más que el mismo oro, y cuyo monopolio estaba en mano de los portugueses con su
ruta por el este a largo
de la costa de África y el océano Índico.
2) Pero sí uno científico-técnico y no tan conocido,
se trataba tan solo de una premonición, el de la existencia de un paso entre
los océanos Atlántico y Pacífico, probablemente el mayor hallazgo geográfico de
aquel viaje junto a la exploración de numerosas islas del Pacífico.
Una hazaña atribuible al portugués, que tuvo lugar
el 21 de octubre de 1520 y suponía una ruta alternativa hacia las islas de
las Especias o islas Molucas (Indonesia) navegando hacia el oeste,
lejos del dominio portugués. Un objetivo conocido y pretendido por su posibilidad.
3) También se menciona y de forma explícita otro más, éste no pretendido en absoluto, el del hecho de haber circunnavegado por primera vez al planeta, del que se sabía por supuesto que era esférico y no plano.
Un propósito no buscado, consecuencia de las circunstancias, y una
decisión adjudicable sólo a Elcano. Se nombra además las cinco
embarcaciones, los dos marinos y se termina prometiendo un monumento más digno (Excusatio
non petita…).
Adenda
Y aquí queda la entrega circunnavegadora, pero, como
seguro no ignora, no es ésta la única placa que Sevilla dedica a tan magna
gesta marinera, ni por supuesto es el único reconocimiento sea en forma de
calle, monumento, parque, edificio, azulejo,
escultura o barriada que le ofrece, así como a los dos hombres.
Una terna, hombres y ciudad, en la que si Magallanes
es el “alfa” o principio, Elcano es el “omega” o final, y Sevilla,
claro, es el “alfa y omega”, el principio y el fin. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 26 de septiembre de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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