El primer componente de este triple titular, perteneciente a la categoría de monumento, es sin duda uno de los emblemas de nuestra ciudad, ni más ni menos que la Torre del Oro, sita en la orilla izquierda del Guadalquivir en pleno Paseo de Cristóbal Colón (41001). Se trata de una torre albarrana, formaba parte del recinto fortificado con el que estaba comunicado, levantada entre 1220-1221 por lo que acaba de cumplir su octogentésimo (800.º) cumpleaños y está magnífica. Construida en estilo almohade, ha sido restaurada en varias ocasiones a lo largo de su existencia y cumplido diversos cometidos siendo, desde 1944, sede del Museo Naval de Sevilla albergando maquetas, documentos históricos, grabados, cartas náuticas e instrumentos de navegación.
Como sin duda sabe, no son pocas, buenas y conocidas las publicaciones existentes acerca del origen, arquitectura e historia de esta atalaya que, ubicada en la margen de levante del rio, a la altura del barrio del Arenal (37° 22′ 57″ N - 5° 59′ 47″ O), tiene a sus espaldas Maestranza, Atarazanas y Giralda, y enfrente, en pleno arrabal, al Barrio de Triana. Razones editoriales suficientes para no entrar en ellas y sí dedicar este ‘decienciaporsevilla’ a un sucedido científico que tuvo lugar en su interior, probablemente no tan conocido. Uno que guarda relación con un fenómeno astronómico, el segundo componente del titular. Le pongo en antecedentes.
Eclipse
solar total
Tendría que mirarlo, pero creo que en estos predios de reconocimientos urbanísticos no hemos tenido ninguno relacionado con un eclipse, sea solar o lunar y en sus diferentes tipos: total, parcial, anular, híbrido o penumbral. Pero hay una primera vez para todo. Nuestro eclipse solar total ocurrió el jueves 22 de diciembre de 1870 y se produjo, como todos, cuando el diámetro aparente de la Luna es más grande que el del Sol y obstaculiza el paso de la luz directa, convirtiendo la claridad en oscuridad y el día en noche. Por lo general esta totalidad tiene lugar a lo largo de una zona estrecha de la superficie de la Tierra y va acompañada de un eclipse parcial en su región circundante, que puede tener miles de kilómetros de ancho. En el que nos trae fue visible durante 2 min y 11 s, desde el sur de Portugal y España hasta Ucrania, pasando por el norte de Argelia, Sicilia, Grecia y Bulgaria.
Observatorio
jerezano
De ahí que el astrónomo y matemático estadounidense Joseph Winlock (1826-1875), por aquel entonces director del Harvard College Observatory, Cambridge, EEUU, escogiera para su observación la región de Andalucía y más en concreto la localidad de Jerez de la Frontera, Cádiz. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 30 de mayo de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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